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2024 | Informe 1 del Cuerpo Gobernante

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¡Bienvenidos!
Hoy vamos a hablar
de la importancia de ponernos
metas personales en el ministerio.
Pero antes
aquí tienen algunas noticias.
El 1 de enero de este año
un terremoto de magnitud 7,6
sacudió el centro de Japón.
Nos alegra saber
que no murió ninguno
de nuestros hermanos.
Sin embargo,
más de 100 casas de hermanos
sufrieron daños
y dos quedaron destruidas.
Además, también sufrieron daños
nueve Salones del Reino.
La sucursal rápidamente se encargó
de que los hermanos tuvieran alojamiento
y otras cosas que necesitaban.
Poco después,
Betel nombró un Comité de Socorro
y envió algunos representantes
para visitar a los hermanos
en las zonas afectadas por el terremoto.
En tan solo unos días
las congregaciones
recibieron más ayuda.
En la congregación de Wajima
los ancianos no podían ponerse
en contacto con una hermana.
Así que, a pesar
de los deslizamientos de tierra
y las grietas en la carretera,
un anciano caminó
durante ocho horas
hasta que la encontró
y se aseguró de que estaba bien.
Las congregaciones de la zona,
hasta las que se vieron muy afectadas,
siguieron teniendo sus reuniones
desde la misma semana del terremoto,
y la mayoría de los publicadores
están asistiendo en persona
para animarse unos a otros.
Oramos mucho
por nuestros hermanos de Japón
y por los de otros lugares
donde ha habido desastres últimamente.
El 1 de enero,
el Centro de Visitantes de Patterson
abrió sus puertas oficialmente.
Las obras comenzaron
a principios del 2021
y terminaron en septiembre de 2023.
¿Y qué podrá ver
si viene de visita?
¡Echemos un vistazo!
El Centro de Visitantes de Patterson
tiene tres museos
y una exposición de monedas.
El primer museo que verá se llama
“Defendiendo
y estableciendo legalmente
las buenas noticias”.
Lo animarán mucho
las experiencias de hombres,
mujeres
y hasta niños
que fueron leales a Jehová
a pesar de la oposición
de los gobiernos.
Verá cómo la organización de Jehová
los apoyó en momentos muy difíciles.
En la exposición de monedas
podrá ver una muestra única
de algunas monedas originales
del primer siglo,
dónde se mencionan en la Biblia
y la importancia que tienen.
Otro de los museos se llama
“Todos tus hijos serán
enseñados por Jehová”.
Se muestran algunos programas
de capacitación y escuelas
que ha usado la organización de Jehová
para ayudarnos a ser
mejores ministros y maestros.
Seguro que lo que aprenda lo motivará
a aprovechar mejor
la educación que Jehová nos da.
El museo principal
es un pueblo del siglo primero
como los que menciona la Biblia.
Los que “viven” en el pueblo
le darán la bienvenida
y estarán encantados de mostrarle
cómo viven y trabajan juntos.
Verá con sus propios ojos
cómo era la vida
cuando Jesús estuvo en la Tierra.
Paseará por campos de cultivo,
una plaza de mercado,
algunas casas,
una sinagoga
y hasta por la orilla del mar.
Sin duda estos nuevos museos
le ayudarán a apreciar más la Biblia
y la organización
que Jehová está usando
para hacer su voluntad.
Invitamos a todos los que puedan
a venir y ver
el nuevo Centro
de Visitantes de Patterson.
¡El Centro de Visitantes de Patterson
es espectacular!
Muchas gracias
a todos los que trabajaron en él.
Todos están invitados
a venir y visitarlo.
Reserve una visita
en nuestro sitio web.
Ahora
hablemos un poco
sobre los últimos cambios
en el informe de predicación
y sobre cómo podemos mejorar
en el ministerio.
En la última reunión anual,
nos enteramos
de que a partir de noviembre
ya no íbamos a entregar
un informe de predicación detallado.
Fue un cambio tremendo, ¿verdad?
Pero, aunque cambiamos la manera
de informar lo que hacemos,
las razones que tenemos para predicar
no han cambiado.
Lo más importante
son las personas.
Amamos a las personas
y queremos ayudarlas.
Siempre que haya gente
estamos listos para predicar.
Puede que un sábado en la mañana
pasemos un par de horas
predicando de casa en casa,
y luego vamos a comprar al mercado.
¿Nos desconectamos,
por decirlo así,
porque ya no estamos
predicando formalmente?
Nosotros no hacemos eso.
Cuando estamos haciendo compras,
seguimos buscando a alguien
con quien conversar de la Biblia.
A lo mejor estamos esperando en una fila
y le podemos predicar
a quien esté cerca
o podemos hablar con el empleado
que nos está atendiendo.
Puede ser algo sencillo.
Después de intercambiar
algunas palabras amables,
podemos darle
una tarjeta de contacto y decir:
“Creo que le va a gustar
este sitio web,
tiene artículos muy interesantes
en más de 1.000 idiomas”.
O después de una breve conversación
podemos ofrecerle un tratado,
y si da tiempo
y la persona nos escucha
podemos seguir conversando.
Podemos hacer lo mismo
si estamos esperando
a que el médico nos atienda
o si estamos en el aeropuerto,
de compras
o en el transporte público.
Una sugerencia:
sin importar adónde vaya,
lleve siempre tarjetas de contacto
u otras publicaciones.
Hemos hablado
de estar listos para predicar
dondequiera que haya gente,
pero ¿y si no encontramos a nadie?
¿Qué pasa con los que nunca
están en casa?
¿Ha pasado alguna vez por su territorio
un sábado o un domingo por la tarde
y se da cuenta
de que todo el mundo
está en casa?
Pero, cuando usted
fue a predicar por la mañana,
no había nadie.
¿Cuántas de esas personas
aceptarían un curso bíblico
si alguien se lo ofreciera?
Si amamos a las personas,
las visitaremos
cuando estén en casa.
Recuerdo que una vez
íbamos con otro matrimonio
a cenar a un restaurante cercano.
El hermano iba conduciendo.
Cuando pasamos frente a una casa,
de repente paró y dijo:
“Perdonen,
pero veo un auto en la entrada,
y llevamos semanas
tratando de encontrar
a esta persona.
Enseguida volvemos”.
Se bajaron del auto
y tocaron a su puerta.
¡Bravo!
Otra cosa que también es muy importante
es hacer revisitas.
Supongamos que, estando en el carrito,
hablamos con alguien
que muestra interés
y pide que lo visiten.
La persona vive en nuestro territorio,
y quedamos en ir a su casa.
El sábado por la mañana
llamamos a su puerta
y ¿qué pasa?
Ya saben la respuesta:
no hay nadie en casa.
¿Nos damos por vencidos y decimos
“Bueno, yo cumplí”?
¡Claro que no!
Esa persona mostró interés,
vamos a seguir visitándola
a diferentes horas
hasta que la encontremos.
Aunque ya no tenemos que llenar
un informe de predicación detallado,
sí podemos ponernos metas
a nivel personal.
Algunas de ellas podrían ser
escuchar a las personas
con más atención
o mostrar más interés personal.
Otra sería abarcar
nuestro territorio a conciencia.
Ponerse metas personales va de la mano
con lo que dijo Pablo
en Gálatas 6:4.
Pueden seguir
la lectura en pantalla.
Pablo escribió:
Si nos ponemos metas,
nos sentiremos motivados
y estaremos ocupados
en esta importante labor.
Veamos ahora
lo que piensan algunos hermanos
sobre los últimos cambios
y qué están haciendo
para mejorar su predicación.
Gracias a estos cambios
puedo disfrutar mucho más
de la predicación
y de hacer discípulos
y, la verdad, ¡me encanta!
Este cambio de no tener
que informar horas
me ayuda mucho
porque no estoy pendiente
de cuándo empiezo
y cuándo termino.
Es como si siempre
estuviera predicando.
Lo primero que hice
fue cambiar mi horario
por completo.
Ahora predico
cuando la gente está en casa.
Antes, en la predicación,
yo esperaba que la gente
me escuchara a mí,
pero ahora yo quiero
escucharlos a ellos.
Lo más importante
no es cuántas publicaciones dejemos,
sino que aprovechemos
cada oportunidad
para hablar con las personas
con la meta de hacer discípulos.
Antes me alegraba
cuando les dejaba
una publicación de mi bolso,
pero ahora
me pongo muy contenta
cuando les dejo
un pedacito de mi corazón.
Me ha ayudado a concentrarme
en lo que es más importante,
en la labor de hacer discípulos.
Me encanta este nuevo
método de predicación
porque no estoy memorizando
alguna conversación en específico.
Y ahora puedo conversar
más naturalmente con las personas
y disfrutar de los temas bíblicos
que platico con ellos.
Lo más importante de nuestra labor
no son los números,
sino la motivación,
el amor que sentimos
por la gente.
Hemos notado
que los hermanos en el circuito
están bien emocionados
con este nuevo enfoque
de la forma de predicar.
Ahora no es tan formal como antes:
tema, texto bíblico;
sino que es una conversación.
Antes me preocupaba
de lo que tenía que decir
y de cómo llevar
la conversación hacia la Biblia.
Pero ahora me doy cuenta
de que lo que yo digo
no es lo más importante,
sino que lo que realmente importa
es que la persona vea
que me intereso en ella.
Igual que Jesús le habló
a la mujer del pozo,
a mí me gusta hablarles
a las personas que tienen perritos,
y les pregunto si me dejan acariciarlo.
Así es fácil empezar a hablar.
Y luego yo les doy una tarjetita
o les cuento algo de la Biblia.
Y, a veces, cuando me estoy yendo,
miro para atrás
y veo que la gente
está escaneando el código
y ya está entrando
a nuestra página.
He notado ahora en la congregación
que entre unos y otros
somos más observadores.
Y lo que se observa
se utiliza en la conversación.
Es que yo soy bastante
callada y tímida,
y ahora este método dice
que no hablemos demasiado.
Y, cuando lo escuché pensé:
“¡Sí, por fin,
esto lo puedo hacer muy bien!”.
Me encanta.
Me siento mucho más relajada
porque, como ahora
la meta es iniciar conversaciones,
me enfoco en preparar temas
en base a las necesidades
de las personas de mi territorio.
Estoy muy emocionada
con todos estos cambios
porque nos animan
a predicar de diferentes formas,
por ejemplo, informalmente.
A mí no me sale de manera natural,
pero siento el apoyo de Jehová
y de su organización para intentarlo.
Y la verdad es que quiero
llegar a ser precursora.
Este cambio hace que queramos
ampliar más nuestro ministerio.
Encontrar a la gente
dondequiera que esté
y ayudarles a conocer a Jehová.
Muchos hermanos de mi congregación
disfrutan siendo precursores,
y yo también quería sentirme así.
Por eso estoy muy contento
de empezar el precursorado regular
este mes.
Como matrimonio
queremos ir a la Escuela
para Evangelizadores
porque queremos aprender
más y mejores maneras
de demostrar amor
por las personas.
Quiero ser precursora,
ir a la Escuela para Evangelizadores
y luego ir adonde me manden.
¡Eso sería una aventura genial!
¡Es fantástico!
Lo único que tengo que hacer
es concentrarme en la gente.
¡Me encanta!
No hay nada mejor.
Queridos hermanos,
los queremos mucho
por todo lo que hacen
dentro de sus circunstancias.
En Juan 14:15, Jesús dijo:
Amamos a Jesús
y amamos a la gente.
Por eso obedecemos con gusto
lo que les mandó a sus discípulos:
“Vayan predicando”.
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