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2024 | Informe 7 del Cuerpo Gobernante

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Bienvenidos, queridos hermanos.
Desde nuestro último informe
se han celebrado
dos asambleas especiales más,
ambas en Chile.
Más de 4.700 delegados
de 21 países
asistieron a estas dos asambleas.
En total hubo una asistencia
de más de 17.000 personas
y 123 se bautizaron.
La asamblea especial
les ha llegado al corazón a muchos,
entre ellos,
un delegado llamado Jonathan.
Él dijo: “El amor que nos mostraron
en cada etapa de este viaje,
desde la bienvenida en el aeropuerto
hasta las diferentes actividades,
los preciosos regalos que nos dieron,
estar con los hermanos
en la asamblea,
el cariño de los voluntarios
en el hotel…
¡Todo fue increíble!
Le damos gracias a Jehová
por permitirnos vivir
esta experiencia maravillosa
e inolvidable”.
Una delegada llamada Jésica dijo:
“Gracias por mostrarnos
cómo será el nuevo mundo”.
Recientemente, ha habido
un buen número
de desastres naturales.
A mediados de septiembre,
la tormenta Boris
provocó lluvias intensas
y vientos fuertes en Europa central.
Cientos de nuestros hermanos
tuvieron que dejar sus hogares
y recibir ayuda.
Mientras tanto,
la zona sur de África
sigue sufriendo los efectos
de una sequía histórica.
Varias sucursales,
entre ellas las de Malaui,
Mozambique y Zimbabue,
han ayudado
a decenas de miles de hermanos
y les han suministrado
el alimento que necesitan.
A finales de septiembre
y principios de octubre,
los huracanes Helene y Milton
azotaron el sureste de Estados Unidos.
Las dos tormentas
provocaron inundaciones
y deslizamientos de tierra.
Tristemente,
tres publicadores murieron.
Más de 11.000 hermanos
tuvieron que dejar sus casas.
Los huracanes dañaron o destruyeron
17 Salones del Reino
y más de 2.500 casas de hermanos.
Seguimos orando
por todos los hermanos
que han sido afectados
por estos desastres.
Y les damos las gracias
a los muchos voluntarios
que están ayudando
con las labores de socorro.
También agradecemos mucho
las generosas donaciones
que nos permiten
cubrir las necesidades
de los hermanos que están pasando
por estas situaciones.
El 27 de septiembre de 2024,
las autoridades de Eritrea
entraron por la fuerza en una casa
en la que se estaba llevando a cabo
una reunión de los testigos de Jehová.
Al principio, la policía arrestó
a 24 hermanos y hermanas,
entre ellos, dos menores.
Después dejaron libres a los niños.
Esta redada ocurre
casi 30 años después
de que el presidente de Eritrea
les retirara la ciudadanía
a los testigos de Jehová en 1994.
Ese decreto sigue en vigor
y no les permite
a la mayoría de los Testigos
llevar una vida normal,
tener propiedades,
llevar un negocio
o incluso encontrar un trabajo.
Días después de la redada,
la policía arrestó y metió en la cárcel
a la hermana Letebrhan Tesfay,
que tiene 85 años.
La hermana Letebrhan
fue de las primeras en Eritrea
en estudiar la Biblia
con los testigos de Jehová.
Se bautizó en el año 1957.
Ocho de sus hijos
y ocho de sus nietos
sirven a Jehová.
Su hija, Hadassa Zerisenay,
también está en la cárcel con ella.
La hermana Saron Ghebru y su esposo
también fueron arrestados.
¡Saron está embarazada
de seis meses!
El hermano de Saron, Henok,
es el Testigo que más tiempo
lleva en prisión actualmente en Eritrea.
Lo arrestaron en enero de 2005.
A día 1 de noviembre,
64 de nuestros hermanos de Eritrea
están en prisión.
Seguimos orando
por los 223 hermanos y hermanas
de todo el mundo
que están actualmente
en la cárcel por su fe.
En la reunión anual
del 5 de octubre de 2024,
se hizo un anuncio
muy emocionante.
Los hermanos Jody Jedele
y Jacob Rumph
fueron nombrados miembros
del Cuerpo Gobernante.
Nos alegra tenerlos aquí,
en el estudio.
Vamos a dedicar unos minutos
a conocerlos mejor.
Bienvenidos, hermanos.
Nos gustaría hacerles
muchísimas preguntas,
pero ¿qué les parece
si comienzan contándonos
cómo llegaron a amar a Jehová?
Primero, ¿cómo conocieron a Jehová
y qué hizo que quisieran servirle?
Hermano Jedele.
Me crie en la verdad.
Mi papá se bautizó
en los años 40
y fue un siervo fiel hasta su muerte.
Mi mamá se bautizó
en los años 50.
Los dos amaban a Jehová
y a su organización.
Ese amor nos ayudó,
a mi hermana y a mí,
a ser también amigos de Jehová.
Al ir aprendiendo de la Biblia,
me daba cuenta
de que era la verdad.
Pero lo que me convenció
de que este era
el mejor modo de vivir
fue el amor entre los Testigos.
Recuerdo que en las vacaciones
de verano
venían hermanos de todo el país
a predicar en territorio no asignado
de nuestra zona.
Y, aunque no conocíamos de nada
a esos hermanos,
cuando llegaban,
nos convertíamos en familia.
Y tan solo porque servíamos a Jehová.
Eso a mí me dejó huella.
Aunque mis padres
se criaron en la verdad,
cuando yo era niño,
mi mamá estaba inactiva
y mi papá aún
no se había hecho Testigo.
No teníamos trato con la congregación,
pero mi mamá nos enseñó
verdades básicas de la Biblia.
Yo sabía que el nombre de Dios
era Jehová,
que solo debía orarle a él
y que la Tierra
llegaría a ser un paraíso.
Además, una o dos veces al año
íbamos a visitar a mi abuelita,
que era una Testigo muy fiel.
Con su manera de hablar
y sus bonitas cualidades,
hacía que sintiera
curiosidad por Jehová,
quería saber quién era realmente.
Cuando tenía unos 13 años,
le pregunté a mi mamá
si podía estudiar la Biblia.
Yo pensaba:
“Si esta es la verdad,
quiero ser testigo de Jehová.
Y, si no lo es,
de todas formas
quiero ser una buena persona”.
Resulta que mi mamá
ya había estado pensando
en volver a Jehová.
Así que empezamos juntos.
En cuanto empecé a estudiar,
me di cuenta de que esta era
la verdad que yo buscaba.
Mi mamá comenzó
a predicar de nuevo
y, un mes después,
me nombraron
publicador no bautizado.
Ahora me alegra decir
que toda mi familia sirve a Jehová.
Y son para mí
un excelente ejemplo de fe.
Hermano Rumph,
¿qué te motivó a servir a Jehová
a tiempo completo?
Diría que el ejemplo
de otros precursores
que hicieron del precursorado
su modo de vida
y, también, el interés que me mostraron
superintendentes de circuito.
Eso me marcó
cuando era adolescente.
Ver lo felices que eran,
escuchar lo que contaban
de la predicación en otros lugares...
—algunos de ellos habían ido
a predicar a países lejanos—.
Todo eso hizo
que yo quisiera ser misionero.
Y al terminar la escuela
me hice precursor regular.
Mi historia es muy parecida
a la que contó Jake.
Me ayudó juntarme con personas
que amaban el servicio
de tiempo completo.
Por ejemplo, mis padres
amaban el precursorado.
Los dos fueron precursores
hasta que llegaron los hijos.
Y, después, mi mamá
volvió a ser precursora
y lo es hasta ahora.
En las vacaciones,
hacíamos el precursorado auxiliar.
Predicábamos
con el superintendente de circuito
y casi todos los veranos
íbamos a Betel.
Todo eso nos ayudó a ver
con nuestros propios ojos
que el servicio de tiempo completo
era la mejor forma de vivir.
Así que, cuando terminé la escuela,
me hice precursor
y me invitaron a Betel a los 19 años.
Mi hermana y mi cuñado
también sirvieron en Betel.
¿Qué responsabilidades
han tenido en la organización
y cómo les han ayudado?
Empecé en el Departamento
de Limpieza
cuando llegué al Betel de Wallkill.
Era un equipazo…,
nos encantaba trabajar juntos.
Estar en diferentes equipos
y en horarios diferentes
me ayudó a ver
que es necesario ser adaptable
para cumplir con tu trabajo.
Unos dos años y medio más tarde,
empecé a trabajar
con cosas relacionadas
con el área médica.
Allí pude ayudar a algunos misioneros
a que recibieran la atención
que necesitaban.
Más tarde, Dámaris y yo nos casamos
y nos enviaron al Betel de Brooklyn.
Allí seguí trabajando en el área médica.
Estuvimos en Brooklyn hasta el 2005,
pero luego tuvimos que salir
para cuidar a nuestros padres.
Nos hicimos precursores,
y colaboré con el Comité de Enlace
y con el Comité Regional
de Construcción.
Regresamos a Betel
ocho años más tarde para ayudar
en la construcción de Warwick
por dos semanas.
Pero las dos semanas
se alargaron un poco,
porque aquí seguimos.
En el 2015, nos enviaron a Patterson
para trabajar
con el nuevo Departamento Local
de Diseño y Construcción
o LDC.
En el 2018,
el LDC se trasladó a Wallkill.
Así que dimos la vuelta completa
y regresamos al mismo lugar.
En el 2021,
fui al Departamento
de Información sobre Hospitales.
Y, en el 2022,
nos enviaron a Warwick
a Servicios de Información
sobre Hospitales.
La verdad es que a lo largo
de todo el camino
ha sido un privilegio aprender
de hermanos y hermanas
que aman a Jehová.
He visto a hermanos
con grandes responsabilidades
que ponen el ejemplo
y son humildes y amables.
Les gustaba compartir
lo que sabían con nosotros.
El ejemplo de ellos
ha fortalecido mucho mi fe.
Fuera de Betel,
vimos todo lo que hacían los padres
para criar a sus hijos en la verdad,
y que a los hermanos les encanta
estar ocupados sirviendo a Jehová.
El pueblo de Jehová es maravilloso
y hay muchos ejemplos de eso.
Bueno, y yo recuerdo un discurso
en la asamblea de 1998 donde
hablaron de países
en los que hacían falta precursores,
entre ellos estaba Ecuador.
Así que empecé a orar al respecto,
analicé mis circunstancias,
investigué un poco
y, después de la asamblea,
decidí escribir a la sucursal de Ecuador
para pedir información.
Visité el país para echarle un ojo
y luego, con la ayuda de Jehová,
logré mudarme para allá.
El territorio era increíble
y había muchas personas
que querían aprender de la Biblia.
Mi sueño de servir como misionero
se estaba haciendo realidad.
Pero la bendición más grande para mí
de servir en Ecuador
fue conocer a Inga, mi esposa.
Después de casarnos,
pensando en la necesidad que había,
nos quedamos allí
en Ecuador.
Varios años después,
fuimos precursores especiales
y luego me nombraron
superintendente de circuito.
Tuvimos que visitar congregaciones
que estaban
en plena selva del Amazonas…
Eso fue superdivertido.
Luego, en el 2011,
tuvimos la sorpresa
de que nos invitaran
a la clase 132 de Galaad.
Esto fue una bendición muy grande
para nosotros.
Después de Galaad,
hemos vivido muchos cambios.
Hemos servido
en diferentes partes del mundo
y hemos tenido
distintas asignaciones.
Todos estos años
hemos aprendido a sentirnos felices
dando lo mejor
de nosotros mismos cada día
en lo que Jehová nos diga
y a no preocuparnos por las cosas
que no podemos controlar.
También hemos aprendido
que lo más importante
no es dónde le servimos a Jehová,
sino con quién le servimos:
con los hermanos.
Y la verdad…, uno llega
a amar muchísimo a esos hermanos.
¿Hay algún texto de la Biblia
que los haya animado al recibir
esta nueva responsabilidad?
Pues a mí me ayuda
el ejemplo de Josué
y lo que Jehová le dijo
cuando le dio más responsabilidades.
Josué había sido
un valiente siervo de Dios
por muchos años.
Caminó por el mar Rojo,
lideró la batalla
contra los amalequitas,
fue un espía
y ayudó a Moisés
durante muchos años
en situaciones muy difíciles.
Con todo, llama la atención
lo que Jehová le dijo.
Josué 1:9 dice:
Y entonces Jehová le recuerda a Josué
por qué tendrá éxito
en su nueva asignación, le dice:
Y esa es la clave:
Jehová nos ayudará
con cualquier tarea que nos encarguen.
En el pasado,
yo he visto cómo me ha ayudado Jehová
en mis asignaciones.
Y estoy seguro
de que esta vez también lo hará.
Me llama la atención
que Jehová le dice a Josué:
“Estoy contigo”.
Jehová quería ayudarlo
y él no ha cambiado.
Lo que importa
no es lo que yo puedo hacer,
sino lo que él puede hacer.
Y él puede hacer cualquier cosa.
Jehová apoya
a sus siervos personalmente,
así que puedo confiar
en que él me ayudará
a mí también.
Pensar que él hará eso por mí
me tranquiliza mucho.
En mi caso, yo me identifico mucho
con lo que sintió Gedeón.
Él no venía de una familia prominente
y nunca se imaginó que Jehová
le encargaría algo tan importante.
Pero Jehová usó un ángel
para recordarle algo clave.
En Jueces 6:14
le dijo:
Bueno, la verdad es que Gedeón
no podía hacer mucho
con sus propias fuerzas.
Así que Jehová
le está diciendo a Gedeón:
“Tú haz todo lo que puedas,
de lo demás me encargo yo”.
Para ser sincero, cuando me llegó
este nombramiento,
mi esposa y yo nos asustamos.
Pero queremos imitar
el ejemplo de Gedeón:
hacer todo lo que podamos
y que Jehová
se encargue del resto.
Esta es su obra,
y él se asegurará
de que se haga bien.
Muchas gracias, hermanos.
Recuerdo que hace 30 años,
cuando empecé a servir
en el Cuerpo Gobernante,
llegué a sentirme así
como se sienten ustedes.
Estoy seguro de que Jehová
los ayudará.
¡Es un placer tenerlos
en el Cuerpo Gobernante!
Y deseamos que Jehová los bendiga
en esta nueva asignación
que recibieron.
Y recuerden que seguimos orando
por todos ustedes.
Los amamos muchísimo, hermanos.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
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