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Los videojuegos:
qué manera tan genial
de pasar un buen rato.
Pero, como la mayoría
de las diversiones,
los videojuegos pueden terminar
controlando tu vida
aunque no te des cuenta.
La Biblia te dice en Efesios 5:15, 16
que aproveches el tiempo
lo mejor que puedas.
Si estás despierto
cuando deberías estar durmiendo,
¿quién tiene el control?
¿Tú o el videojuego?
Así no vas a ganar.
Piensa en esto:
si pierdes dinero,
es posible que puedas recuperarlo.
Pero no pasa lo mismo
cuando pierdes el tiempo.
Se puede decir que el tiempo
vale más que el dinero.
¡No dejes que te lo roben!
¿Te estás saltando las comidas
o las tareas?
¿Has dejado de cuidarte
porque estás obsesionado con ser el mejor?
¿Qué puedes hacer para estar seguro
de que a ti no te pase eso?
¿Tienes la consola en tu habitación?
Sácala para que puedas dormir.
A veces es bueno
hacer una pausa.
¿Por qué no dejas de jugar
durante una semana?
Cambia los videojuegos
por otros juegos.
Ya sabes,
esos en los que haces ejercicio.
Y, si lo piensas,
hacer ejercicio
es bueno para ti.
La Biblia dice en Eclesiastés 3:4
que hay “un tiempo para reír”
y “un tiempo para bailar”.
Por eso no está mal jugar un rato
con los videojuegos.
Pero no abuses.
Hay algo más
que los videojuegos pueden robarte:
tu capacidad de distinguir
entre el bien y el mal.
La Biblia dice que Dios
“odia a todo el que ama la violencia”.
En los videojuegos hay de todo.
Y hay muchas cosas
que Dios condena;
por ejemplo, violencia,
inmoralidad sexual y espiritismo.
¿Te parece solo un juego?
Imagínate haciendo todo eso
en la vida real...
sí, sí, todo eso que haces
en los videojuegos.
¿En qué te convertirías?
Los videojuegos que eliges
dicen mucho de ti
y de lo que crees
que está bien o está mal.
¿Y qué piensas de jugar en línea
con otros?
¿Sabes quién está al otro lado?
Podrías estar jugando
con las personas equivocadas.
Así que ten cuidado
con los videojuegos.
¿Cuál es la lección?
Los videojuegos
pueden ser divertidos,
pero no dejes
que te roben ni tu tiempo
ni tu capacidad de distinguir
entre el bien y el mal.
En vez de luchar
por ganar en los videojuegos,
dedica tu tiempo y tus energías
a ganar en la vida real.

Los videojuegos: ¿Quién va ganando?