JW subtitle extractor

2020 | Informe 3 del Cuerpo Gobernante

Video Other languages Share text Share link Show times

Desde nuestro último informe,
la pandemia del coronavirus ya ha tenido
gravísimas consecuencias en el mundo.
Y sabemos que cada vez más hermanos
están sufriendo los efectos
de esta crisis todos los días.
Queremos recordarles
que los queremos muchísimo
y que estamos muy preocupados
por cada uno de ustedes.
Estamos orando mucho
por todos ustedes.
Confiamos en que Jehová les dará
“el poder que va más allá de lo normal”,
como dice 2 Corintios 4:7,
para que puedan aguantar
esta pandemia
sin perder la fe en las promesas
de Jehová, que nunca fallan.
A pesar de todos los desafíos
a los que nos enfrentamos,
¿verdad que es muy animador
ver con qué rapidez y eficacia
el pueblo de Jehová
se ha adaptado
a las circunstancias actuales?
Nos reunimos por videoconferencia.
Predicamos y damos clases
por correo electrónico,
por carta, por teléfono
y por mensajes de texto.
Y esto se vio claramente
con la Conmemoración.
En este informe,
nos gustaría contarles
cómo se fortalecieron
los hermanos
de diferentes partes del mundo
cuando se reunieron
para el discurso especial
y la Conmemoración.
Al acercarse
el día de la Conmemoración,
¿verdad que se preguntaban
cómo se iba a celebrar?
¿Nos reuniríamos
en grupos más pequeños?
¿Qué pasaría con el pan y el vino?
¿Cómo invitaríamos a nuestros vecinos,
compañeros de trabajo y otros?
¿Adónde los invitaríamos
si no podíamos usar el Salón?
Deseábamos estar juntos
en esta ocasión tan especial,
pero reconocíamos
la importancia de cumplir
con las restricciones de los gobiernos
y las pautas de distanciamiento social
no solo para someternos
a “las autoridades superiores”,
sino por nuestra seguridad
y la de nuestros vecinos.
Así que celebramos la Conmemoración,
aunque eso significó hacerlo
de manera diferente,
usando métodos que quizá nunca antes
habíamos probado.
Por primera vez
en la historia teocrática,
millones celebraron la Conmemoración
por videoconferencia.
Fue una oportunidad singular
para invitar a otros
a celebrarla con nosotros.
Como se informó
en la sección de “Prensa” de jw.org®,
en Filipinas, una precursora joven
invitó a una persona
a ver la Conmemoración,
¡y más de 31.000 no Testigos
se conectaron por video o por audio!
Para todos nosotros,
celebrar la Conmemoración
en nuestra casa
fue una experiencia inolvidable.
Aun así, nos sentíamos unidos
a los hermanos de todo el mundo
en esta demostración de amor
por Jehová y Jesús
en ese día tan especial.
En el siguiente informe,
de Tab Honsberger,
miembro del Comité de Sucursal de Haití,
veremos lo beneficioso que fue
celebrar la Conmemoración
por videoconferencia,
e incluso por teléfono, en Haití.
Seguro que nos identificamos
con los sentimientos
de los hermanos de ese país.
Podemos decir que, en Haití,
la Conmemoración de la muerte de Cristo
este año ha sido inolvidable.
A los 24 publicadores
de una congregación del noroeste del país,
les emocionó mucho ver
que 85 personas
asistieron a la Conmemoración.
Un hermano cuenta que en el pasado
le daba clases de la Biblia a un señor.
Pero, como no progresaba,
decidió descontinuar el curso.
Eso sucedió hace dos años.
Este año, para la Conmemoración,
de hecho el día anterior
a la Conmemoración,
el hombre (el antiguo estudiante)
llama al hermano y le dice:
“Me gustaría ir a la Conmemoración”.
Y el hermano le dijo: “¡Qué alegría!
Puedes asistir con mi congregación
por Zoom”.
Y eso hizo el hombre.
Este año la Conmemoración
le llegó al corazón,
y al acabar dijo:
“¿Sabes? Cuando veo todas las cosas
que están pasando en el mundo ahora,
me doy cuenta de que muy pronto
el Reino de Dios va a intervenir
y va a acabar
con todos los problemas que tenemos”.
Además, dijo:
“Si alguien quiere servir a Dios,
ahora es el momento
de comenzar a hacerlo”.
Entonces el hombre se tomó en serio
su propio consejo,
y nos alegra decir que está
asistiendo de nuevo a las reuniones.
Sea que asistieran
por videoconferencia o por teléfono,
podemos decir
que la Conmemoración de este año
fortaleció muchísimo
la fe de nuestros hermanos.
De hecho, una hermana,
una precursora del sur del país,
explicó por qué ha sido
tan especial para ella.
Dijo: “Es como si se hubiera llevado
la Conmemoración de la muerte de Cristo
a las casas de todos los hermanos”.
Y, por supuesto,
Jehová bendijo todo esto.
¿Verdad que nos sentimos
como los hermanos de Haití,
al haber celebrado la Conmemoración
de maneras parecidas?
En la central mundial
nos dimos cuenta
de que no todos los invitados
podrían conectarse
a una videoconferencia.
Así que se hicieron disponibles
en jw.org
tanto el discurso especial
como el discurso de la Conmemoración
para que pudieran verse en streaming
o descargarse en más de 500 idiomas.
Gracias a eso,
millones de personas
tuvieron la oportunidad
de ver estos programas.
Me gustaría contarles la historia
de un hermano llamado Martin
que vive en un lugar muy remoto,
en Kenia.
Descargó el discurso
de la Conmemoración
para que otros hermanos
de su grupo de predicación pudieran verlo.
Martin está discapacitado
y tiene una enfermedad grave
que le provoca subidas de temperatura.
Pero eso no le impidió contratar
a un conductor que le llevara en moto,
aunque hiciera mucho calor,
para darles una copia del discurso
de la Conmemoración
a personas que de otro modo
no habrían podido verla.
Gracias al sacrificio que hizo Martin,
13 personas de esa zona remota,
incluidos algunos estudiantes,
pudieron asistir a la Conmemoración.
Al final, todo lo que se ha hecho
ha resultado ser una gran bendición.
Por ejemplo, muchos familiares
de hermanos que no son Testigos
asistieron por primera vez
a la Conmemoración, y desde sus casas.
Por supuesto, la tecnología
que ha hecho posible todo esto
no está disponible en todas partes.
En muchos lugares de África,
por ejemplo,
el acceso a Internet está muy limitado.
Por eso hacer una conferencia
por video o por teléfono,
o retransmitir un discurso por Internet
es casi imposible.
Como todo pasó muy rápido,
a solo una semana
de la Conmemoración
se vio que en algunos países africanos
muchos publicadores
no podrían conectarse
por ninguno de estos medios.
Así que el Cuerpo Gobernante
aprobó que las sucursales de África
retransmitieran el discurso especial
y la Conmemoración
por televisión y radio.
Como se informó en jw.org,
gracias a eso más de 400.000 publicadores
y muchas otras personas
pudieron disfrutar de los programas.
A solo unos días de los eventos,
los hermanos trabajaron sin descanso
para negociar la retransmisión
con las cadenas de radio y televisión.
En una localidad de Mozambique,
se cerró el acuerdo
con la cadena de televisión
tan solo tres horas antes
de la retransmisión
del discurso de la Conmemoración.
En algunas congregaciones,
después de muchos problemas
con las descargas,
las líneas de teléfono
y las conexiones a Internet,
la situación parecía no tener solución.
Y, de repente, los hermanos
empezaron a recibir
correos electrónicos y mensajes de texto
indicando que la Conmemoración
podría verse por televisión.
Algunos se enteraron
solo unos minutos antes
de que empezara el programa.
Estos son algunos comentarios
de agradecimiento que hemos recibido.
Un hermano dijo:
“El Creador
ha cubierto nuestras necesidades
de una manera
que ni siquiera imaginábamos.
Esta pandemia no puede impedir
que Jehová haga su voluntad.
Estamos todavía más convencidos
de que él es una torre fuerte”.
Otro escribió:
“Agradecemos mucho
todo lo que se ha hecho
para poder retransmitir
la Conmemoración.
Era como estar en el Salón del Reino,
no estábamos solos.
Valoramos mucho que durante
esta pandemia de COVID-19
nada nos haya impedido
celebrar la Conmemoración
de la muerte de Cristo”.
El Comité de Sucursal
de la República Democrática del Congo
también hizo planes
para que tanto el discurso especial
como la Conmemoración
se transmitieran por televisión y radio
por todo el país.
En la siguiente entrevista,
el hermano Hugues Kabitshwa
nos contará
algunas experiencias animadoras.
Debido a los problemas con Internet
en el territorio de la sucursal
y las restricciones por la pandemia,
nos alegró mucho que se aprobara
retransmitir el programa por radio.
Pero aun así nos preguntábamos:
“¿De verdad funcionará?”.
Un superintendente de circuito
informó que, en la ciudad de Gemena,
los hermanos intentaron
que una estación de radio
retransmitiera el discurso especial.
Pero, cuando fueron a pagar,
el director les dijo
que el horario que habían pactado
ya no estaba disponible.
Que el único que les quedaba
era una hora y media antes,
a las ocho y media de la mañana.
Confiaron en Jehová
y aceptaron el nuevo horario,
pero solo tenían unas cuantas horas
para avisar del cambio.
Aunque el discurso era muy temprano,
mucha gente se conectó.
Y, nada más acabar,
cayó un aguacero tan fuerte
que se cortó la transmisión
por radio hasta la noche.
Jehová estuvo con los hermanos.
Nos han llegado informes animadores
de todo el territorio.
Por ejemplo, otro superintendente
de circuito informó que, en su circuito,
a la gente le gustó tanto el discurso
que muchos llamaron a la radio
para pedir que lo pusieran de nuevo.
Así que los hermanos se encargaron
de que se transmitiera
por segunda vez ese mismo día.
Desde entonces, 25 personas
han comenzado a estudiar la Biblia
por teléfono en ese circuito.
Está claro que, a pesar de esta pandemia,
la radio funcionó.
Jehová se ha encargado
de que este discurso especial
fuera aún más especial.
¿Qué aprendemos de estas experiencias?
Que ni siquiera una pandemia mundial
puede impedir
que adoremos a Jehová unidos.
Como dijo Jesús en Juan 14:15:
Por encima de todo,
fue nuestro profundo amor
por Jehová y Jesús
lo que nos motivó a dar gracias
por habernos dado el rescate
y a obedecer el mandato de Jesús
“Sigan haciendo esto
en memoria de mí”.
Demostramos ese amor
al celebrar la Conmemoración
y escuchar el discurso especial
como un pueblo unido,
aunque este año
haya sido tan diferente.
Estamos seguros de que Jehová
y su Hijo están muy contentos
y muy orgullosos de lo que hemos sido
capaces de hacer por todo el mundo
a pesar de las circunstancias.
Sin duda, se cumplirán en este caso
las palabras de Hebreos 6:10,
donde se nos recuerda que Jehová
no se olvida de nuestras obras
ni del amor que demostramos
por su nombre.
Aunque no sabemos cuándo se acabará
la situación mundial
que ha provocado esta pandemia,
hay algo que sí sabemos:
que el propósito de Jehová no fallará.
Esta pandemia
tuvo un principio y tendrá un fin.
Jehová y Jesús se encargarán
de eliminar para siempre
todo lo que nos hace sufrir
cuando acaben por completo
con este sistema.
Y estamos muy agradecidos por ello.
Por favor, no olviden
que los queremos mucho
y que están en nuestras oraciones.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
esto es JW Broadcasting®.