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Debido a la pandemia,
hemos tenido que hacer
importantes ajustes
en nuestras actividades
por todo el mundo,
lo que incluye nuestras reuniones,
nuestra predicación,
y hasta cómo nos relacionamos
unos con otros.
Incluso hemos tenido que hacer
ajustes a los ajustes
para adaptarnos a las circunstancias.
Como saben,
algunos de estos cambios
han ocurrido muy rápidamente.
Por eso, queremos felicitarlos
por haber sido obedientes
a las instrucciones que han recibido.
Los queremos muchísimo
y queremos protegerlos
y a la vez ayudarlos a que mantengan
una buena rutina espiritual.
Para decidir qué vamos a hacer
a partir de ahora,
tenemos que tener en cuenta
que esta crisis no se está viviendo igual
en todos los lugares.
En algunas partes del mundo,
el coronavirus está comenzando
a propagarse más rápidamente,
mientras que en otros lugares
parece que los brotes
están más contenidos, por ahora,
y los gobiernos están levantando
algunas restricciones.
Entonces, ¿cómo afectará esto
a nuestras actividades teocráticas?
Bueno, a medida que los gobiernos
tomen decisiones,
nosotros también las tomaremos
teniendo en cuenta
el principio que se encuentra
en Proverbios, capítulo 14, versículo 16.
Proverbios 14, versículo 16, dice:
Durante esta pandemia,
la imprudencia
y el exceso de confianza
les ha costado la vida
a algunas personas.
Pero, como dice el proverbio:
“El sabio es cauteloso”.
Así que tenemos que seguir
siendo prudentes.
En general, después de que un gobierno
levante una restricción,
dejaremos pasar cierto tiempo
antes de reanudar
una actividad teocrática.
Esto permitirá a la organización
observar el impacto que tendrán
en la propagación del virus
las medidas que se vayan tomando.
El Comité de Coordinadores
del Cuerpo Gobernante
hace poco les dio
algunos principios guiadores
a los Comités de Sucursal
de todo el mundo
para ayudarlos a tomar decisiones
a medida que los gobiernos
levantan las restricciones
relacionadas con la pandemia.
Nos gustaría comentarles a ustedes
tres de esos principios.
Estamos seguros
de que obedecer esos principios
no solo salvará vidas,
sino que le dará gloria a Jehová.
Primero, como respetamos
a nuestro Creador,
para nosotros la vida
tiene mucho valor.
Algunos gobiernos pueden optar
por levantar ciertas restricciones
y reabrir los negocios,
en parte, por razones económicas.
Pero, dicho claramente,
nuestras decisiones están motivadas
por amor, no por dinero.
Así que seguiremos poniendo
la seguridad de nuestros hermanos
por encima de cualquier
preferencia personal.
Eclesiastés 7:12 dice esto,
Eclesiastés 7:12:
De acuerdo con estas palabras,
nuestro objetivo
ha sido y seguirá siendo
tomar decisiones sabias y equilibradas
que protejan la vida.
Para poner un ejemplo,
en marzo tomamos la decisión
de celebrar la graduación de Galaad
sin que hubiera
ningún invitado presente.
Eso fue un gran cambio.
Pero aquella decisión
protegió la vida de los que viven
en el Betel de Nueva York
y de los que habrían venido
como invitados.
Ni nos imaginábamos
que poco tiempo después
Nueva York se convertiría
en uno de los epicentros de la pandemia.
Le agradecemos a Jehová
que nos ayudara
a tomar esa sabia decisión.
¿Cuál es la lección?
Que, como valoramos mucho la vida,
tenemos que seguir las instrucciones,
aunque nos parezcan
un poco exageradas
o impliquen grandes cambios
en nuestras actividades teocráticas.
La obediencia nos ayudará
a mantenernos lo más seguros posible.
En el siguiente video,
veremos que esto
es lo que les ha sucedido
a los hermanos de Sudamérica,
donde los contagios por coronavirus
han aumentado mucho
en las últimas semanas.
Escuchemos al hermano
Anthony Carvalho,
que sirve en el Comité de Sucursal
de Brasil,
y al hermano Jaime Tamayo,
que sirve en el Comité de Sucursal
de Ecuador.
Ellos nos mostrarán
la importancia de ser obedientes,
aunque al principio no entendamos
por qué se nos dan
ciertas instrucciones.
La pandemia de COVID-19
se ha cobrado
decenas de miles de vidas en Brasil.
Que la organización tomara medidas
tan temprano
y nos diera claras instrucciones
nos ha protegido.
Una hermana que es doctora
nos confesó
que, cuando la sucursal indicó
que había que suspender
las reuniones en el Salón del Reino,
ella no estuvo muy de acuerdo.
Para ese momento,
no había un solo caso confirmado
de COVID-19 en la zona,
por lo que el gobierno
no había impuesto ninguna restricción.
Ella sentía que los hermanos
podrían estar exagerando.
Pero se puso a pensar
en que, en más de una ocasión,
Jehová ha dado instrucciones
que no parecen muy lógicas
desde el punto de vista humano...
y decidió obedecer.
Pues, poco después de dejáramos
de ir al Salón del Reino,
el gobierno impuso restricciones.
El virus se propagó
a toda velocidad en la región,
y, tristemente, ha muerto mucha gente.
Ahora la hermana está convencida
de que lo que la organización
nos pide hacer nos protege.
De hecho,
nos dijo que ver
con cuánto cariño Jehová nos cuida
—incluso individualmente—
la ha hecho confiar todavía más en él.
Este es solo uno de los muchos casos
que hemos visto aquí en Brasil
que nos dejan bien claro
que hacer lo que Jehová nos pide
es para nuestro beneficio.
En Ecuador también recibimos
instrucciones muy a tiempo,
y eso ha salvado vidas.
Tengo muy presente el caso
de un publicador de nombre Fabricio,
que comenzó
a tener algunos síntomas.
El médico le dijo que se trataba
de una gripe normal, no de COVID-19.
Aun así, Fabricio decidió hacer
lo que había indicado la organización:
quedarse en casa
si uno tenía algún síntoma.
Él nos dijo después:
“Todos en casa estábamos seguros
de que lo mejor
era seguir aquella instrucción...
que era por nuestro bien”.
Durante las siguientes semanas,
Fabricio y su familia
no recibieron a nadie en casa.
Incluso, cuando sus parientes llegaban,
se encontraban con ellos
fuera de la casa,
para guardar la distancia.
Por aquellos mismos días,
las reuniones en el Salón del Reino
se suspendieron.
Pues bien, semanas más tarde,
Fabricio dio positivo
en la prueba de COVID-19
y también otros tres miembros
de su casa.
Él y su familia se sienten muy felices
de haber seguido las recomendaciones
de la organización.
Guardaron la distancia sugerida
incluso antes de saber
que se habían contagiado de COVID-19.
De esta forma,
protegieron la vida de los demás,
incluidos sus parientes
y los hermanos de la congregación.
Sin duda, se nos pidió
dejar de ir al Salón del Reino
en el momento justo.
Obedecer esa instrucción
ha prevenido el contagio.
¡Qué gran ejemplo de cómo
ser obedientes a las instrucciones
es una protección y una bendición!
El segundo principio se basa
en Romanos 13, versículos 1 y 2:
Debemos hacer caso
a las “autoridades superiores,
o los gobiernos, a quienes Jehová permite
encargarse de ciertas funciones.
La importancia de ser obedientes
a las autoridades
se enfatiza en el versículo 2,
donde dice:
“El que se opone a la autoridad
[o, en otras palabras,
el que se resiste a la autoridad]
se ha puesto en contra
del orden establecido por Dios”.
Sabemos que estas autoridades existen
porque Dios lo permite,
y él quiere que los cristianos
nos sometamos a ellas.
A no ser que lo que nos pidan
vaya en contra de la ley de Dios.
Las noticias están llenas
de historias de personas
que pasan por alto
las normas de las autoridades
y hasta protestan contra ellas.
Pero rebelarse contra las autoridades
equivale a rebelarse contra Dios.
Nosotros amamos a Jehová,
por eso respetamos a las autoridades.
También obedecemos
a las autoridades
porque amamos a nuestros vecinos,
y nos importa lo que ellos piensan
sobre la salud y la seguridad.
Sabemos que a muchos les preocupa
la posibilidad de contagiarse
y les da miedo interactuar con otros.
Al seguir las pautas de las autoridades
y hacer cambios en nuestras actividades,
demostramos que de verdad
nos importan nuestros vecinos.
Y esto puede contribuir
a que se dé un buen testimonio.
Veamos un ejemplo.
En un país de Europa,
unos funcionarios locales
visitaron la sucursal
para ver qué estábamos haciendo
para frenar la propagación del virus.
Cuando se enteraron de que estábamos
celebrando nuestras reuniones
por videoconferencia
y de que llevábamos confinados
más de dos semanas
se asombraron muchísimo.
Uno de ellos preguntó:
“¿Acaso ya sabían
que todo esto iba a suceder?”.
Los hermanos les explicaron
que somos una organización mundial
que valora mucho la vida.
Por eso, observamos los acontecimientos
desde un punto de vista internacional.
Eso permitió a los hermanos
tomar las medidas necesarias
para mantener a todos
lo más seguros posible
incluso antes de que los gobiernos
nacionales y locales
dieran instrucciones.
Los funcionarios quedaron impresionados.
¿Verdad que este ejemplo
demuestra muy bien
que ser obedientes
deja en muy buen lugar
a nuestra organización
y a nuestro Dios?
Esto me recuerda
las palabras de 1 Pedro 2:12.
Cuando las personas son testigos oculares
de nuestra conducta ejemplar,
eso le da gloria a Jehová.
El tercer principio
del que vamos a hablar es este:
No debemos bajar la guardia.
Como esta situación
se está alargando por meses,
puede ser difícil mantenerse alerta.
Podríamos sentirnos tentados
a relajarnos,
a bajar la guardia,
especialmente cuando se eliminan
ciertas restricciones.
Sin embargo,
Proverbios 22:3 nos recuerda:
Por lo tanto, debemos ser cautelosos
y estar preparados
por si surgen nuevos brotes.
Muchos expertos dicen que podríamos
estar conviviendo con este virus
por bastante tiempo
hasta que haya tratamientos y vacunas
disponibles para todos.
Quizá en el 2021, o incluso más tarde.
Eso significa
que los cambios que hemos hecho
en las reuniones de congregación,
en las asambleas
y en la predicación
podrían continuar por un tiempo.
Cuando comencemos a reanudar
nuestras actividades normales,
lo haremos de manera gradual,
teniendo en cuenta lo que dice
Proverbios, capítulo 14, versículo 15:
Pueden estar seguros
de que analizaremos con oración
cada paso que demos
y de que volveremos a reunirnos
y a predicar como antes poco a poco.
Y, por supuesto,
vigilaremos de cerca la situación
y restableceremos ciertas restricciones
si se producen brotes nuevos.
Así que, al pensar
en lo que nos queda por delante,
tengamos en cuenta los tres principios
que hemos analizado.
1) Valoremos mucho la vida.
2) Obedezcamos a las autoridades.
Y 3) No debemos
bajar nunca la guardia.
Sabemos que esta pandemia
ha golpeado muy duro
a algunos de ustedes.
Han perdido sus empleos
y sus ingresos.
Ustedes, jóvenes,
se han quedado sin clases
y no han podido estar con sus amigos.
Y algunos de ustedes, tristemente,
han perdido a familiares y amigos
en la muerte.
Puede que se sientan como Job,
quien se enfrentó
a una tragedia tras otra.
Nos duele mucho ver
todo lo que les está pasando.
Y oramos por ustedes todos los días.
Está siendo una época difícil.
Pero todo esto nos está preparando
de muchas maneras
para la gran tribulación.
Lo que estamos aprendiendo ahora
al adaptar nuestra rutina espiritual,
al apoyarnos unos a otros
y al ser obedientes a las instrucciones,
nos fortalece
y nos prepara para enfrentar
pruebas mayores en el futuro.
Es muy animador escuchar
cómo nuestros hermanos
por todo el mundo
se están apoyando unos a otros
en esta época única en la historia.
Su conducta
da gloria y alabanza a Jehová.
Los hermanos de Brasil y de Ecuador
les envían un cariñoso saludo.
Y, en nombre del Cuerpo Gobernante,
les agradecemos
todo lo que están haciendo
a pesar de estas estas circunstancias
tan difíciles.
Recuerden, les queremos muchísimo.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
esto es JW Broadcasting®.

2020 | Informe 4 del Cuerpo Gobernante
- 

2020 | Informe 4 del Cuerpo Gobernante

Debido a la pandemia,
hemos tenido que hacer
importantes ajustes
en nuestras actividades
por todo el mundo,
lo que incluye nuestras reuniones,
nuestra predicación,
y hasta cómo nos relacionamos
unos con otros.
Incluso hemos tenido que hacer
ajustes a los ajustes
para adaptarnos a las circunstancias.
Como saben,
algunos de estos cambios
han ocurrido muy rápidamente.
Por eso, queremos felicitarlos
por haber sido obedientes
a las instrucciones que han recibido.
Los queremos muchísimo
y queremos protegerlos
y a la vez ayudarlos a que mantengan
una buena rutina espiritual.
Para decidir qué vamos a hacer
a partir de ahora,
tenemos que tener en cuenta
que esta crisis no se está viviendo igual
en todos los lugares.
En algunas partes del mundo,
el coronavirus está comenzando
a propagarse más rápidamente,
mientras que en otros lugares
parece que los brotes
están más contenidos, por ahora,
y los gobiernos están levantando
algunas restricciones.
Entonces, ¿cómo afectará esto
a nuestras actividades teocráticas?
Bueno, a medida que los gobiernos
tomen decisiones,
nosotros también las tomaremos
teniendo en cuenta
el principio que se encuentra
en Proverbios, capítulo 14, versículo 16.
Proverbios 14, versículo 16, dice:
Durante esta pandemia,
la imprudencia
y el exceso de confianza
les ha costado la vida
a algunas personas.
Pero, como dice el proverbio:
“El sabio es cauteloso”.
Así que tenemos que seguir
siendo prudentes.
En general, después de que un gobierno
levante una restricción,
dejaremos pasar cierto tiempo
antes de reanudar
una actividad teocrática.
Esto permitirá a la organización
observar el impacto que tendrán
en la propagación del virus
las medidas que se vayan tomando.
El Comité de Coordinadores
del Cuerpo Gobernante
hace poco les dio
algunos principios guiadores
a los Comités de Sucursal
de todo el mundo
para ayudarlos a tomar decisiones
a medida que los gobiernos
levantan las restricciones
relacionadas con la pandemia.
Nos gustaría comentarles a ustedes
tres de esos principios.
Estamos seguros
de que obedecer esos principios
no solo salvará vidas,
sino que le dará gloria a Jehová.
Primero, como respetamos
a nuestro Creador,
para nosotros la vida
tiene mucho valor.
Algunos gobiernos pueden optar
por levantar ciertas restricciones
y reabrir los negocios,
en parte, por razones económicas.
Pero, dicho claramente,
nuestras decisiones están motivadas
por amor, no por dinero.
Así que seguiremos poniendo
la seguridad de nuestros hermanos
por encima de cualquier
preferencia personal.
Eclesiastés 7:12 dice esto,
Eclesiastés 7:12:
De acuerdo con estas palabras,
nuestro objetivo
ha sido y seguirá siendo
tomar decisiones sabias y equilibradas
que protejan la vida.
Para poner un ejemplo,
en marzo tomamos la decisión
de celebrar la graduación de Galaad
sin que hubiera
ningún invitado presente.
Eso fue un gran cambio.
Pero aquella decisión
protegió la vida de los que viven
en el Betel de Nueva York
y de los que habrían venido
como invitados.
Ni nos imaginábamos
que poco tiempo después
Nueva York se convertiría
en uno de los epicentros de la pandemia.
Le agradecemos a Jehová
que nos ayudara
a tomar esa sabia decisión.
¿Cuál es la lección?
Que, como valoramos mucho la vida,
tenemos que seguir las instrucciones,
aunque nos parezcan
un poco exageradas
o impliquen grandes cambios
en nuestras actividades teocráticas.
La obediencia nos ayudará
a mantenernos lo más seguros posible.
En el siguiente video,
veremos que esto
es lo que les ha sucedido
a los hermanos de Sudamérica,
donde los contagios por coronavirus
han aumentado mucho
en las últimas semanas.
Escuchemos al hermano
Anthony Carvalho,
que sirve en el Comité de Sucursal
de Brasil,
y al hermano Jaime Tamayo,
que sirve en el Comité de Sucursal
de Ecuador.
Ellos nos mostrarán
la importancia de ser obedientes,
aunque al principio no entendamos
por qué se nos dan
ciertas instrucciones. 
La pandemia de COVID-19
se ha cobrado
decenas de miles de vidas en Brasil.
Que la organización tomara medidas
tan temprano
y nos diera claras instrucciones
nos ha protegido.
Una hermana que es doctora
nos confesó
que, cuando la sucursal indicó
que había que suspender
las reuniones en el Salón del Reino,
ella no estuvo muy de acuerdo.
Para ese momento,
no había un solo caso confirmado
de COVID-19 en la zona,
por lo que el gobierno
no había impuesto ninguna restricción.
Ella sentía que los hermanos
podrían estar exagerando.
Pero se puso a pensar
en que, en más de una ocasión,
Jehová ha dado instrucciones
que no parecen muy lógicas
desde el punto de vista humano...
y decidió obedecer.
Pues, poco después de dejáramos
de ir al Salón del Reino,
el gobierno impuso restricciones.
El virus se propagó
a toda velocidad en la región,
y, tristemente, ha muerto mucha gente.
Ahora la hermana está convencida
de que lo que la organización
nos pide hacer nos protege.
De hecho,
nos dijo que ver
con cuánto cariño Jehová nos cuida
—incluso individualmente—
la ha hecho confiar todavía más en él.
Este es solo uno de los muchos casos
que hemos visto aquí en Brasil
que nos dejan bien claro
que hacer lo que Jehová nos pide
es para nuestro beneficio.
En Ecuador también recibimos
instrucciones muy a tiempo,
y eso ha salvado vidas.
Tengo muy presente el caso
de un publicador de nombre Fabricio,
que comenzó
a tener algunos síntomas.
El médico le dijo que se trataba
de una gripe normal, no de COVID-19.
Aun así, Fabricio decidió hacer
lo que había indicado la organización:
quedarse en casa
si uno tenía algún síntoma.
Él nos dijo después:
“Todos en casa estábamos seguros
de que lo mejor
era seguir aquella instrucción...
que era por nuestro bien”.
Durante las siguientes semanas,
Fabricio y su familia
no recibieron a nadie en casa.
Incluso, cuando sus parientes llegaban,
se encontraban con ellos
fuera de la casa,
para guardar la distancia.
Por aquellos mismos días,
las reuniones en el Salón del Reino
se suspendieron.
Pues bien, semanas más tarde,
Fabricio dio positivo
en la prueba de COVID-19
y también otros tres miembros
de su casa.
Él y su familia se sienten muy felices
de haber seguido las recomendaciones
de la organización.
Guardaron la distancia sugerida
incluso antes de saber
que se habían contagiado de COVID-19.
De esta forma, 
protegieron la vida de los demás,
incluidos sus parientes
y los hermanos de la congregación.
Sin duda, se nos pidió
dejar de ir al Salón del Reino
en el momento justo.
Obedecer esa instrucción
ha prevenido el contagio.
¡Qué gran ejemplo de cómo
ser obedientes a las instrucciones
es una protección y una bendición!
El segundo principio se basa
en Romanos 13, versículos 1 y 2:
Debemos hacer caso
a las “autoridades superiores,
o los gobiernos, a quienes Jehová permite
encargarse de ciertas funciones.
La importancia de ser obedientes
a las autoridades
se enfatiza en el versículo 2,
donde dice:
“El que se opone a la autoridad
[o, en otras palabras,
el que se resiste a la autoridad]
se ha puesto en contra
del orden establecido por Dios”.
Sabemos que estas autoridades existen
porque Dios lo permite,
y él quiere que los cristianos
nos sometamos a ellas.
A no ser que lo que nos pidan
vaya en contra de la ley de Dios.
Las noticias están llenas
de historias de personas
que pasan por alto
las normas de las autoridades
y hasta protestan contra ellas.
Pero rebelarse contra las autoridades
equivale a rebelarse contra Dios.
Nosotros amamos a Jehová,
por eso respetamos a las autoridades.
También obedecemos
a las autoridades
porque amamos a nuestros vecinos,
y nos importa lo que ellos piensan
sobre la salud y la seguridad.
Sabemos que a muchos les preocupa
la posibilidad de contagiarse
y les da miedo interactuar con otros.
Al seguir las pautas de las autoridades
y hacer cambios en nuestras actividades,
demostramos que de verdad
nos importan nuestros vecinos.
Y esto puede contribuir
a que se dé un buen testimonio.
Veamos un ejemplo.
En un país de Europa,
unos funcionarios locales
visitaron la sucursal
para ver qué estábamos haciendo
para frenar la propagación del virus.
Cuando se enteraron de que estábamos
celebrando nuestras reuniones
por videoconferencia
y de que llevábamos confinados
más de dos semanas
se asombraron muchísimo.
Uno de ellos preguntó:
“¿Acaso ya sabían
que todo esto iba a suceder?”.
Los hermanos les explicaron
que somos una organización mundial
que valora mucho la vida.
Por eso, observamos los acontecimientos
desde un punto de vista internacional.
Eso permitió a los hermanos
tomar las medidas necesarias
para mantener a todos
lo más seguros posible
incluso antes de que los gobiernos
nacionales y locales
dieran instrucciones.
Los funcionarios quedaron impresionados.
¿Verdad que este ejemplo
demuestra muy bien
que ser obedientes
deja en muy buen lugar
a nuestra organización
y a nuestro Dios?
Esto me recuerda
las palabras de 1 Pedro 2:12.
Cuando las personas son testigos oculares
de nuestra conducta ejemplar,
eso le da gloria a Jehová.
El tercer principio
del que vamos a hablar es este:
No debemos bajar la guardia.
Como esta situación
se está alargando por meses,
puede ser difícil mantenerse alerta.
Podríamos sentirnos tentados
a relajarnos,
a bajar la guardia,
especialmente cuando se eliminan
ciertas restricciones.
Sin embargo,
Proverbios 22:3 nos recuerda:
Por lo tanto, debemos ser cautelosos
y estar preparados
por si surgen nuevos brotes.
Muchos expertos dicen que podríamos
estar conviviendo con este virus
por bastante tiempo
hasta que haya tratamientos y vacunas
disponibles para todos.
Quizá en el 2021, o incluso más tarde.
Eso significa
que los cambios que hemos hecho
en las reuniones de congregación,
en las asambleas
y en la predicación
podrían continuar por un tiempo.
Cuando comencemos a reanudar
nuestras actividades normales,
lo haremos de manera gradual,
teniendo en cuenta lo que dice
Proverbios, capítulo 14, versículo 15:
Pueden estar seguros
de que analizaremos con oración
cada paso que demos
y de que volveremos a reunirnos
y a predicar como antes poco a poco.
Y, por supuesto,
vigilaremos de cerca la situación
y restableceremos ciertas restricciones
si se producen brotes nuevos.
Así que, al pensar
en lo que nos queda por delante,
tengamos en cuenta los tres principios
que hemos analizado.
1) Valoremos mucho la vida.
2) Obedezcamos a las autoridades.
Y 3) No debemos
bajar nunca la guardia.
Sabemos que esta pandemia
ha golpeado muy duro
a algunos de ustedes.
Han perdido sus empleos
y sus ingresos.
Ustedes, jóvenes,
se han quedado sin clases
y no han podido estar con sus amigos.
Y algunos de ustedes, tristemente,
han perdido a familiares y amigos
en la muerte.
Puede que se sientan como Job,
quien se enfrentó
a una tragedia tras otra.
Nos duele mucho ver
todo lo que les está pasando.
Y oramos por ustedes todos los días.
Está siendo una época difícil.
Pero todo esto nos está preparando
de muchas maneras
para la gran tribulación.
Lo que estamos aprendiendo ahora
al adaptar nuestra rutina espiritual,
al apoyarnos unos a otros
y al ser obedientes a las instrucciones,
nos fortalece
y nos prepara para enfrentar
pruebas mayores en el futuro.
Es muy animador escuchar
cómo nuestros hermanos
por todo el mundo
se están apoyando unos a otros
en esta época única en la historia.
Su conducta
da gloria y alabanza a Jehová.
Los hermanos de Brasil y de Ecuador
les envían un cariñoso saludo.
Y, en nombre del Cuerpo Gobernante,
les agradecemos
todo lo que están haciendo
a pesar de estas estas circunstancias
tan difíciles.
Recuerden, les queremos muchísimo.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
esto es JW Broadcasting®.


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