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2020 | Informe 7 del Cuerpo Gobernante

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Con este ya llevamos siete informes
desde que empezó la pandemia.
Y en este vamos a hablar de un tema
muy especial.
De ustedes, los jóvenes.
¿Qué tal están?
Queremos felicitarlos
porque no han dejado de predicar
en este tiempo.
Además, siguen yendo a las reuniones
y leyendo la Biblia.
Incluso muchos de ustedes
se han bautizado durante la pandemia.
Estamos muy orgullosos.
Pero también estamos preocupados.
Hemos oído que muchos de ustedes
están tristes
porque solo pueden ver a sus amigos
por una pantalla y no en persona.
Para algunos,
su vida se ha vuelto
un poco más desorganizada,
y, para muchos, hasta la escuela
es diferente ahora.
Sabemos que está siendo difícil
para ustedes.
Pero no estás solo.
Muchos jóvenes
tienen los mismos problemas.
Mira el siguiente video.
¿Te sientes identificado
con lo que dicen
algunos de estos jóvenes?
Bueno, a veces me pongo un poco negativo
y pienso que el coronavirus
nunca va a terminar.
Mi rutina ha cambiado totalmente.
Es una situación muy rara.
Al principio estaba todo el día sentada,
aburrida y pensando:
“Ojalá pudiera salir con mis amigos
como antes”.
Me acostaba tarde
y me levantaba más tarde.
Se me iba el día sin darme cuenta.
No poder juntarme con mis amigos
ha sido un desafío muy grande.
Ahora que paso más tiempo
con mi familia,
noto que tiendo a enojarme
con más facilidad.
La gente de mi edad se preocupa mucho
cuando sus padres van a trabajar.
Se quedan pensando:
“¿Y si se contagian con el virus?”.
Algo que me preocupaba mucho
era contagiar a alguien de mi familia,
sobre todo a mis abuelos.
Cuando empecé a estudiar a distancia
desde casa,
pensé que se me iba a hacer muy difícil
estudiar sola.
Me pasaba todo el día
agobiada y preocupada,
y al final acababa haciendo
lo de siempre,
no hacía nada.
La predicación por teléfono
me costaba muchísimo trabajo
porque no sabía cómo iban a reaccionar
las personas.
Predicar por teléfono me da más miedo
que predicar por carta.
Ya no puedo predicar tanto como antes.
Eso me hace sentir muy triste.
Cuando nos dijeron que ya no podríamos
ir a las reuniones como antes,
es como si me hubieran dicho
que ya no podría volver a ver
a mi familia.
Me hace mucha falta volver a abrazar
a los hermanos
y a mis amigos de la congregación.
¿Hay algún comentario
que te ha llegado al corazón,
a ti o a tu familia?
¿Por qué no pausas este video
y piensas en él o hablas del tema
con tu familia?
Por ejemplo,
¿cuál de todos esos problemas
te afecta más a ti?
Espero que todos
hayan podido hablar un buen rato
sobre el tema.
Nos sentimos tristes por ti,
y Jehová también.
Él sabe que esto es duro
y ha prometido ayudarnos
en los momentos difíciles.
Leamos juntos
lo que él dijo en Isaías 41:10.
¿Te fijaste?
Jehová te está agarrando la mano
y no te la va a soltar
durante esta pandemia.
Él te puede dar las fuerzas
para controlar tus pensamientos
y para aprovechar bien
tus circunstancias.
Cuando veas el siguiente video,
fíjate en lo que está ayudando
a estos jóvenes
a superar los obstáculos.
Si la estás pasando mal,
no te quedes pensando
en todo lo que ya no puedes hacer.
Concéntrate en lo que sí puedes.
Algo que me ha ayudado mucho
a organizarme mejor
ha sido hacerme un horario.
Por ejemplo,
hacer una lista de las cosas
que tengo por hacer
es superútil.
Decidí dedicar más tiempo a estudiar.
No lo hice porque
me lo mandaran mis papás,
sino para servir mejor a Jehová.
Eso me hizo sentir bien.
Cuando me siento frustrada o aburrida,
hacer algo creativo me ayuda.
Hacer cosas creativas
me ayuda a no estar pensando
en mis amigos
todo el tiempo.
Así que empecé a pintar,
a coser,
a aprender un nuevo idioma,
a tocar un instrumento
y hasta a cocinar.
¿Que si me peleo con mi hermano?
A veces.
Pero, cuando le llevamos
comida a alguien
o ayudamos a los demás,
los dos nos sentimos bien
y nos queremos más.
Habla con tus padres
porque, si te lo guardas todo para ti,
te vas a sentir peor.
Nunca tengas miedo de contarle a alguien
lo que te pasa o cómo te sientes.
Eso no significa que seas débil,
sino que eres fuerte.
Sea lo que sea lo que sientas,
incluso cuando no sabes exactamente
qué es lo que te pasa,
cuéntaselo todo a Jehová.
Él siempre te ayudará
justo en el momento que lo necesites.
Hablé con mis papás.
Me dieron unos buenos consejos
de cómo pasar más tiempo predicando,
como escribiendo cartas
y acompañando a otros
a sus cursos bíblicos.
Una vez yo le hablé de Jehová
a una de mis compañeritas de la escuela.
Y un día se conectó
a una de las reuniones por Zoom
e incluso dio un comentario
durante el Estudio de La Atalaya.
¡Yo me puse tan contenta!
A lo largo de esta pandemia,
han pasado muchas cosas
por toda la Tierra.
Pero eso no significa
que tengamos que tener miedo.
No te sientas solo.
Juntos lo conseguiremos.
Jehová está con nosotros.
Con la ayuda de Jehová,
todo saldrá bien,
y pronto viviremos
en un hermoso paraíso.
¿Hay algo de lo que dijeron
estos jóvenes
que te pueda ayudar?
¿Qué sugerencias crees
que te puedan funcionar a ti?
Vamos,
pon en pausa este video
y piénsalo
o habla del tema con tu familia.
Tómate tu tiempo, ¿okey?
¿Se te ocurrieron algunas ideas?
Seguro que sí.
Algo que te puede ayudar a aguantar
durante esta pandemia
es lo que dice Filipenses 1:10.
Ahí dice que debes asegurarte
de qué cosas
son las más importantes.
¿Cuáles son algunas de las cosas
más importantes?
Las básicas:
la lectura de la Biblia,
la oración,
la predicación
y, por supuesto,
la adoración en familia.
¿Y qué hay de tu estudio personal?
Eso también es importante.
En los libros Los jóvenes preguntan
encontrarás buenos consejos
sobre temas que puede
que te preocupen a ti ahora.
Algunos jóvenes están leyendo
las biografías de hermanos.
Hay una joven que lee una diferente
cada día.
Es como viajar por el mundo
y escuchar de primera mano
lo que otros han hecho
para superar los desafíos.
Puedes encontrar esos artículos
en la BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower™.
Pon en el buscador “Biografías”.
Hay algo más en lo que puedes pensar:
¿Qué cosas te pueden ayudar
si te sientes
solo o aislado?
Recuerda lo que dice Proverbios 18:1.
Vamos a leerlo:
—o el que se encierra en sí mismo—
Si te sientes solo,
es sabio y práctico que te unas
aún más a los hermanos.
Puede que pasar un buen rato
con tus amigos de la congregación,
hablando o riéndote con ellos,
aunque sea por teléfono,
sea justo lo que necesitas.
Otra manera de demostrar
“sabiduría práctica”
es aprendiendo del buen ejemplo
de otros jóvenes.
Sabes que hay jóvenes
que están en prisión por su fe.
Otros están esperando un juicio.
¿Qué los está ayudando a aguantar?
Escucha lo que dice una joven de Rusia,
Daria Dúlova,
en la siguiente entrevista.
Cuando solo tenía 18 años,
registraron su casa,
y el Gobierno abrió una investigación
contra ella y su madre.
Registraron nuestra casa
el 1 de agosto de 2018.
Creo que por un lado tenía miedo
y por otro estaba en shock.
Le dijeron a mi madre
que tenían que sacarme del fango
para que tuviera un futuro,
un trabajo, una familia.
Si no, no tendría nada.
Me llevaron a juicio,
y me declararon culpable.
A mi madre la sentenciaron
a una condena condicional de dos años,
y a mí de un año.
Poco tiempo después,
me abrieron un nuevo proceso judicial,
que aún no ha terminado.
Tenía miedo de que a mi madre y a mí
nos mandaran a prisión.
Así que, para calmar el miedo
de alguna manera,
traté de dedicar más tiempo
al estudio personal.
Así, aunque acabaran
metiéndome en prisión,
tendría más cosas en las que meditar.
Me animó mucho lo que dice
2 Crónicas 20:17:
“Ocupen sus puestos, estense quietos
y vean cómo los salva Jehová”.
Eso significa que
no solo tenemos que contarle a Jehová
nuestros problemas,
también tenemos que esperar
a que él actúe.
En la asamblea que tuvimos
poco antes de que nos arrestaran,
explicaron algo muy interesante:
que los seres humanos estamos formados
aproximadamente en un 80 % de agua.
Así que, cuando me llevaron
a la sala de interrogatorios,
me senté y miré al oficial.
En mi mente,
le dibujé una línea imaginaria
y llené el 80 % de su cuerpo con agua.
Entonces, cuando él me decía cosas como
“Daria, no tienes futuro”,
yo todo lo que veía
era que se estaba llenando de agua.
Y así sus amenazas no me asustaban.
Como he visto el apoyo de Jehová
durante todas estas pruebas,
ya no tengo miedo
de las que vengan en el futuro.
Estoy segura de que Jehová
estará a mi lado.
Puede que no me ayude como yo espero,
pero sé que siempre lo hará
de la manera que le dé gloria a él.
Y por eso estoy segura
de que siempre estaré bien.
¿Verdad que es muy animador
ver que Daria se mantiene leal a Jehová
y defiende su fe?
Me ha gustado mucho
dirigirme a ustedes, jóvenes,
pero ahora me gustaría dirigirme
al resto de la familia,
ya que la pandemia
también les afecta a ellos.
Padres, muchos de ustedes
están más ocupados que nunca.
Ayudan a sus hijos
a estudiar desde casa,
a la misma vez que trabajan
y se encargan del hogar.
Y todo esto mientras llevan a cabo
sus actividades teocráticas.
Para cumplir con todo,
tienen que hacer malabares.
Y los queremos por eso.
Y Jehová también.
Lo que nos va a ayudar a todos
a sobrellevar esto
es una buena rutina espiritual.
Padres,
los felicitamos por no fallar
en su adoración en familia.
¿Podrían incluir de vez en cuando
a otros familiares
o hermanos de la congregación,
conectándose por videoconferencia
o por teléfono?
Seguro que todos estarán encantados.
Jóvenes,
nos emociona mucho ver
todo lo que están haciendo
para mantenerse cerca de Jehová
en estos momentos.
A pesar de todo lo que está pasando,
ustedes siguen
progresando espiritualmente.
Estamos muy orgullosos de ustedes,
y pueden estar seguros
de que Jehová también lo está.
El Cuerpo Gobernante
desea transmitirles su cariño
a cada uno de ustedes.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
esto es JW Broadcasting®.