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Queridos hermanos, hermanas,
nuestros niños y nuestros amigos,
es un gusto volver a estar con ustedes
en este informe.
Tenemos muchas cosas que contarles,
por ejemplo, lo que estamos haciendo
para ayudar a las víctimas
de desastres naturales.
Y, para terminar,
será un honor decirles
cuál será el texto del año 2022.
¡Los animará mucho!
Pero antes,
hay algunos datos importantes
sobre las vacunas del COVID-19
que quiero compartir.
Ya saben que los amamos mucho
y que esto es un asunto
de vida o muerte.
Por eso hemos decidido
contarles a ustedes lo que sabemos.
Desde el 1 de junio,
en Estados Unidos,
1.407 publicadores
han sido hospitalizados
por culpa del COVID-19
o por tener síntomas.
De estos, menos del 1 % estaba
completamente vacunado.
Por desgracia, desde entonces,
en Estados Unidos,
486 de nuestros hermanos han muerto
a causa del COVID-19.
De estos, menos del 1 % estaba
totalmente vacunado.
Y, hasta donde sabemos,
los que estaban vacunados
pero murieron
tenían otros problemas graves de salud.
Esas cifras
nos dan mucho en qué pensar.
Por otro lado,
de los más de 22.000 betelitas
y 44.000 siervos especiales
de tiempo completo en el campo
que están vacunados,
nos han dicho que solo cuatro
tuvieron reacciones graves
que podrían relacionarse con la vacuna.
Nos alegra decirles que estos hermanos
ahora se encuentran estables
y su situación está bajo control.
Hermanos, les contamos todo esto
porque queremos
que lo tengan en cuenta
a la hora de decidir
si van a vacunarse o no.
No les demostraríamos amor
si les escondiéramos
estos datos a ustedes.
Como dice Proverbios 3:27,
Sabemos que es difícil
tomar una buena decisión
cuando hay tantas opiniones diferentes
y noticias contradictorias
a nuestro alrededor.
Puede que no sepamos ni qué pensar.
Pero los datos que les mencioné antes
nos los hicieron llegar
nuestros hermanos,
así que podemos confiar en ellos.
Esperamos que les sean útiles.
Sabemos que no se trata
de un estudio científico,
pero esto es lo que nuestros hermanos
han observado.
Y, ya que tenemos esta información,
queremos que ustedes sepan
lo mismo que nosotros.
Por supuesto,
también hay que tener en cuenta
lo que nos dicen
las autoridades superiores.
En algunos países,
los gobiernos están haciendo leyes
que obligan a todos sus ciudadanos
a vacunarse.
En otros lugares,
lo recomiendan con firmeza.
¿Cómo reaccionamos
a las instrucciones?
El libro Continúe en el amor de Dios
dice algo muy interesante:
En inglés, la nota de estudio
de Romanos 13:5 dice:
“Un cristiano obedece
a los gobiernos humanos
si lo que estos le piden
no contradice las leyes de Dios”.
Este es otro factor importante
que debemos analizar con cuidado
y bajo oración
cuando tomemos nuestra decisión.
Como más del 99 % de la familia Betel
de Estados Unidos
está totalmente vacunada,
hemos podido reanudar
más actividades dentro de Betel
siguiendo las leyes
del estado de Nueva York.
Por ejemplo, la familia Betel
tuvo una comida especial
con los estudiantes de Galaad
y el 11 de septiembre
pudo asistir a la graduación.
En ninguna de estas ocasiones
se invitó a nadie
que estuviera fuera de Betel.
Además, los miembros
de la familia Betel de Estados Unidos
totalmente vacunados
recibieron permiso
para tomar vacaciones
y visitar a la familia y a los amigos.
Claro, tomando algunas precauciones
mientras estuvieran fuera de Betel.
Desde agosto
hasta el 24 de septiembre,
unos 3.975 betelitas de Estados Unidos
y que están completamente vacunados
salieron a ver a la familia
durante esos meses.
Cuando regresan a Betel,
los hermanos entran
en un tipo especial de cuarentena,
y unos días después
se les hace una prueba de COVID.
De los 3.975 betelitas,
solo tuvimos 4 casos de contagio.
Dos de ellos se dieron fuera de Betel,
fueron casos leves
y los hermanos se curaron
antes de regresar.
Los otros dos dieron positivo
cuando volvieron a Betel,
pero tuvieron síntomas leves
que desaparecieron rápidamente.
Los cuatro hermanos
se recuperaron por completo.
Nos alegra informarles que estos planes
pronto se pondrán en marcha
en la mayoría de los beteles del mundo.
Podremos hacer esto en las sucursales
que tengan
más del 90 % de la familia Betel
con la pauta completa.
Poco a poco, esas sucursales
están volviendo a la normalidad.
Ahora nos gustaría contarles un poco
cómo están nuestros hermanos
después de los desastres naturales
en Haití y en Estados Unidos.
Como ya vieron
en las noticias de la web,
el sábado 14 de agosto
se registró un fuerte terremoto
de magnitud 7,2 en Haití.
Lamentablemente,
tres de nuestros hermanos murieron.
Les enviamos todo nuestro cariño
a sus familias.
La sucursal nos hizo llegar este informe
sobre las labores de socorro.
Unas 130 casas de nuestros hermanos
quedaron completamente destruidas,
otras 250 sufrieron daños.
El lunes 16 de agosto,
dos días después del terremoto,
muchos hermanos recibieron lonas
justo antes de que llegara
la tormenta tropical Grace.
Desde entonces, ya se han distribuido
3 toneladas de suministros
y 28 toneladas de alimentos.
Los hermanos han recibido
tiendas de campaña,
mantas, colchones,
kits para filtrar el agua
y linternas y cargadores solares.
Además, algunos voluntarios
están trabajando muy duro
inspeccionando y evaluando
las viviendas de los hermanos.
Aunque ellos mismos
tienen problemas económicos,
los Testigos de la capital,
Puerto Príncipe,
han sido muy generosos
y han donado toneladas de alimentos.
El pasado 29 de agosto,
el huracán Ida (de categoría 4)
tocó tierra en Estados Unidos.
La tormenta entró por la costa del Golfo
y avanzó hacia el noreste del país.
La sucursal informa
que, para el 20 de septiembre,
2.788 hermanos
que habían sido evacuados
todavía no habían podido regresar
a sus casas.
Se calcula que todavía faltan
varias semanas
para que vuelva a haber electricidad
en algunas zonas.
La tormenta causó daños
a 1.800 hogares de nuestros hermanos
y destruyó 28 casas.
Además, 58 Salones del Reino
y 4 Salones de Asambleas
sufrieron daños.
Siguiendo las instrucciones
de los superintendentes de circuito,
los hermanos de la zona
rápidamente empezaron a hacer
algunas reparaciones
en cientos de casas
que habían sufrido daños.
Dos Comités de Socorro
se encargan de repartir lonas,
materiales de construcción,
alimento, agua y generadores
cuando estos no se pueden conseguir
en el área.
Todas las labores de socorro se realizan
respetando las medidas de seguridad
y las restricciones exigidas
por el COVID-19.
Muchas gracias
a todos los que están trabajando duro
en las labores de socorro.
Y, por supuesto, gracias a ustedes
por ayudar con sus donaciones.
Gracias por ser tan buenos y generosos.
Y, por último,
hablemos del texto del año 2022.
¿Recuerdan cuando empezó
esta pandemia?
¡Ni nos imaginábamos
que nos seguiría afectando
un año y medio después!
Y ha tenido un gran impacto
en la economía de muchos países.
Y por eso muchas personas,
incluidos muchos
de nuestros hermanos,
tienen poco en sentido material.
Algunos incluso viven con lo mínimo
y casi no tienen nada para comer.
Esto nos recuerda
a un fiel siervo de Dios, David.
A él no lo rodeaba un virus mortal,
pero sí tenía que esconderse
del envidioso rey Saúl,
que quería matarlo;
a él y a todos sus hombres.
Tenían muy pocas cosas
y casi no tenían comida.
David se quedó sin casa por un tiempo
y tuvo que esconderse
en cuevas en el desierto.
Aunque no tenía mucho
en sentido material,
fue en esa época cuando David
compuso la hermosa canción
que encontramos en el Salmo 34.
¿Dejó de poner a Jehová
en primer lugar en su vida?
¿Permitió que la situación
lo desanimara o lo amargara?
Vamos a leer
algunos versículos del Salmo 34
y fijémonos en cuál era
la actitud que tenía David.
Salmo 34:1:
Y luego, en el versículo 3,
invita a otros a que, juntos,
alaben con él a Jehová.
En el versículo 3, David dijo:
¡Qué bonita actitud!
Y eso que estaba pasando,
en esos momentos, por dificultades.
Muchos de ustedes, mis hermanos,
en estos tiempos inestables
y por la pandemia,
también están pasando
por apuros económicos.
Por eso, el Cuerpo Gobernante
me ha pedido que les lea, en particular,
el versículo 10 del Salmo 34:
El texto del año 2022
es la última parte de este versículo:
Obviamente, como ya vimos,
David no se refería a cosas materiales,
a tener de todo en sentido material.
Recordemos que en el Salmo 23
David dijo algo parecido.
Allí dijo: “Jehová es mi Pastor.
Nada me faltará”.
Y luego mencionó
algunas bendiciones espirituales
que él disfrutaba
a pesar de que, como él mismo reconoció,
andaba en “el valle
de profunda oscuridad”.
Y, al final de ese salmo,
después de mencionar
todas las bendiciones que disfrutaba,
escribió lo que leemos
en el versículo 6.
Allí él dijo: “Todos mis días viviré
en la casa de Jehová”.
Y eso mismo le pedimos a Jehová
todos sus siervos
en estos tiempos difíciles.
Queridos hermanos,
el coronavirus
no es el problema más grave
al que se ha enfrentado la humanidad.
Ni será el último.
A medida que nos acercamos
al fin de los últimos días,
es de esperar
que las cosas empeoren todavía más.
Los problemas económicos
y de otro tipo
seguirán yendo y viniendo.
Pero, como el salmista,
tenemos la seguridad
de que el texto del año 2022
es una verdad
que siempre se va a cumplir.
En sentido espiritual,
como dice el Salmo 34:10,
“a los que buscan a Jehová
no les faltará nada bueno”.
Queridos hermanos,
tengan la plena seguridad
de que de veras los queremos, y mucho.
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2021 | Informe 8 del Cuerpo Gobernante