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2021 | Informe 10 del Cuerpo Gobernante

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En este informe,
hablaremos de cómo aprovechar bien
el tiempo durante la pandemia.
Pero antes tenemos algunas noticias.
Lamentablemente,
para el 10 de diciembre,
ya habíamos perdido a 25.658 hermanos
debido al COVID-19.
Estamos orando por todos aquellos
que han perdido a seres queridos.
Ahora hay una nueva variante, ómicron,
y se está hablando muchísimo de ella
en las noticias.
Pero todavía hay muchas cosas
que no se saben.
Así que, hermanos,
no hay que asustarse.
Sigan teniendo
las mismas precauciones
que ya sabemos que funcionan:
usar cubrebocas, la distancia física,
lavarse las manos a menudo
y vacunarse, si es posible.
En el informe 7 de este año
del Cuerpo Gobernante,
el hermano Lösch dijo
que más del 80 %
de la familia Betel mundial
estaba vacunada.
Pues nos alegra informarles
que ahora más del 99 % de los betelitas
de todo el mundo
están vacunados,
y también lo están
más del 95 % de los siervos especiales
de tiempo completo en el campo.
Muchos hermanos de distintos lugares
han tenido buenas experiencias
por vacunarse.
Por ejemplo,
en algunas partes de Bulgaria
los líderes religiosos han dicho
que las vacunas
son “veneno del Diablo”.
Así que hay mucha presión social
para no vacunarse.
Con todo,
una hermana y su esposo,
al ver los informes
del Cuerpo Gobernante,
tomaron la decisión de vacunarse.
Más tarde,
la jefa de la hermana la llamó
y le dijo que, para cumplir
con las medidas del Gobierno,
tenía que estar vacunada
para volver al trabajo.
¡Qué sorpresa se llevó la jefa
cuando la hermana le dijo
que ya estaba vacunada!
De hecho, ella era la única empleada
que se había vacunado.
El resto tuvo que ser despedido.
La jefa le preguntó a la hermana
si conocía
a algunas personas vacunadas
que pudieran reemplazar
a quienes habían sido despedidos.
Además, la jefa habló con otros Testigos
que ella conocía
para ver si sabían de alguien vacunado
que necesitara trabajo.
Esa noche se cubrieron
casi todos los puestos de trabajo.
A una de nuestras hermanas
le preguntaron:
“¿Cómo es que conoces
a tantas mujeres vacunadas?”.
Se dio un buen testimonio.
Al final, 14 hermanas
y una estudiante de la Biblia
consiguieron trabajo
porque siguieron los consejos
y los principios bíblicos
que se mencionaron en informes
del Cuerpo Gobernante anteriormente.
Vamos a hablar ahora
de cómo aprovechar bien el tiempo
durante la pandemia.
Nos alegra saber
que muchos de ustedes
han comenzado el precursorado,
tienen nuevos proyectos de estudio
y están mejorando a la hora de predicar
por teléfono y por carta.
Eso es aprovechar bien el tiempo.
En el informe de este mes,
hablaremos de otras dos maneras
de usar el tiempo bien:
ayudar a los inactivos
y aprender a leer y escribir mejor.
Ha sido muy bonito ver que muchos
de nuestros hermanos y hermanas
que estaban inactivos
han vuelto a las reuniones y a predicar
en la pandemia.
Si ese es su caso,
le aseguro que el Cuerpo Gobernante
se alegra mucho por ello.
Imagínese la alegría que sintieron
Jehová y Jesús,
y todos los ángeles en el cielo
al verlo de nuevo con nosotros.
¿Y qué hay
de los que no han vuelto todavía?
Puede que se sientan
como se expresó el salmista
en Salmo 119:176:
Ahora mismo
puede que algunos inactivos
le estén orando a Jehová, diciendo:
“Búscame.
Ayúdame a volver”.
No se han olvidado de Jehová,
pero, por distintas razones,
no han sido capaces
de volver por ellos mismos.
¿Y qué siente Jehová por ellos?
Ezequiel 34:15, 16 dice:
¿Puede usarlo Jehová
para encontrar a sus ovejas perdidas?
¡Claro que sí!
Muchos de ustedes
ya están ayudando a inactivos.
En el siguiente video,
veremos a hermanos
que tomaron la iniciativa
de ayudar a otros a volver a Jehová.
No sabía si mi hermano
algún día volvería a la verdad.
Llegó a ser un publicador
de la congregación
cuando era adolescente.
Pero, tristemente,
al cumplir los 16 se fue de casa,
y no siguió sirviendo a Jehová.
Fue más tarde, cuando mi esposa y yo
nos mudamos aquí, a Seattle,
que empezamos a tener
más contacto con él.
Nosotros le habíamos estado
llevando comida
porque su esposa
tenía un tumor cerebral.
Pero lo más bonito
es que la congregación
también empezó a llevarle comida.
Cuando ingresaron a su esposa,
los hermanos incluso iban al hospital
a visitarlo y a darle ánimo.
Aquello le impactó mucho.
Pudo ver el cariño de los hermanos
de la congregación,
y creo que eso fue lo que hizo
que quisiera volver a Jehová.
Cuando mi hermano
empezó a ir al Salón del Reino,
solo pudo hacerlo dos semanas,
porque comenzó la pandemia.
Pero la primera vez que fue al salón,
un anciano habló con él,
y se intercambiaron los números.
Así pudieron mantener el contacto.
Este mismo anciano
lo ayudó a instalar Zoom,
y empezó a conectarse a las reuniones,
no se perdió ni una.
Entonces lo animé
a estudiar la Biblia, y me dijo:
“Pero si yo ya estoy estudiando”.
Me di cuenta
de que no me estaba entendiendo.
Yo me refería a que alguien le diera
un curso de la Biblia.
Por otro lado, un amigo de la familia
se enteró de que mi hermano
estaba asistiendo a las reuniones,
así que él también lo animó
a recibir un curso bíblico.
Y desde entonces progresó muy rápido.
¡Habían pasado 59 años!
Pero al final tuve el honor
de bautizar a mi propio hermano.
Cuando empezó la pandemia,
nos dimos cuenta de que la predicación
iba a cambiar.
Y dijimos: “¿Qué vamos a hacer?”.
Pero se nos ocurrió una idea:
hacer una lista de los inactivos
que se nos vinieran a la mente,
de congregaciones
en las que habíamos servido,
muchos jóvenes… y otros más.
Al final teníamos
unas 40 personas en la lista.
Así que los llamamos,
les mandamos e-mails, mensajes,
y escribimos muchas cartas.
Algunos no nos han contestado,
pero nadie nos ha dicho
que no quiere saber nada.
Hablé con un hombre
al que conocí hace casi 40 años,
cuando yo tenía 19.
Conversábamos a menudo.
Empezó a asistir
a todas las reuniones por Zoom,
y ahora le doy clases
con el libro Disfrute de la vida.
Hablé con un hermano
que había estado inactivo
por muchos años.
Ahora no se pierde
ni una reunión por Zoom.
Él ya predica de nuevo.
Y todo eso
a pesar de que está muy enfermo.
Hay que ser paciente
y no darse por vencido
al tratar de hablar con ellos.
Los queremos.
Así que cada semana
hablamos con alguien de la lista.
Estamos muy felices.
Tres de las personas
con las que nos pusimos en contacto
están asistiendo a las reuniones,
y dos de ellas estudian la Biblia.
Nos ha animado mucho
ver a estos hermanos
que queremos tanto
regresar a Jehová.
Y la verdad es que, si Jehová
los trae de vuelta,
ellos volverán.
Estamos seguros
de que Jehová
está bendiciendo los esfuerzos
por encontrar a sus ovejas perdidas.
¡Qué manera tan buena
de aprovechar el tiempo
durante la pandemia!
Un superintendente de circuito
de Estados Unidos
dijo que 76 inactivos de su circuito
han vuelto a Jehová.
¡Eso equivale a toda una congregación!
Por favor, en sus oraciones acuérdense
de los inactivos que conocen.
Podría ser un familiar
o quizás un amigo.
¿Qué tal si lo llama,
o le envía una carta o un mensaje?
Y, si responde y va a una reunión,
haga que se sienta a gusto.
Esperamos que muchas ovejas perdidas
vuelvan a Jehová antes del fin.
Otra forma de aprovechar bien el tiempo
es aprendiendo a leer y escribir mejor.
Saber leer y escribir
siempre ha sido importante
para el pueblo de Jehová.
Por ejemplo, los reyes de Israel
tenían que escribir
“su propia copia” de la Ley
y “leerla todos los días de su vida”.
Aunque Jesús se crio
en una familia pobre, él sabía leer.
¿Se acuerdan de lo que pasó
cuando fue a la sinagoga de Nazaret?
Jesús pudo abrir el rollo de Isaías,
que no tenía capítulos ni versículos,
y encontrar y leer
el pasaje que quería.
Y recuerden
lo que Pablo le dijo a Timoteo.
Timoteo ya era
anciano de congregación.
Pero Pablo le dijo:
“Sigue aplicándote
en la lectura pública”.
En vista de la importancia
que la Biblia le da a la lectura,
no nos sorprende
que la organización de Jehová
haya ayudado
a muchísimas personas
por todo el planeta
a aprender a leer.
En los últimos 70 años,
les hemos enseñado
a miles de personas por todo el mundo
a leer y escribir.
Por ejemplo, en México,
les hemos ayudado
a más de 156.000 personas
a aprender a leer y escribir.
De hecho, hemos recibido premios
en varios países por esta labor.
¿Y en la actualidad?
Es cierto que en muchos idiomas
tenemos los medios
que nos permiten escuchar
los audios de nuestras publicaciones.
Pero la verdad
es que no debemos conformarnos
con solamente escuchar.
Queremos ser capaces
de leer y estudiar por nosotros mismos.
Queremos profundizar en la información
que nos da “el esclavo fiel y prudente”.
¿Cuáles son otros beneficios
de saber leer bien?
No hace mucho,
en jw.org salió un artículo titulado
“¿Por qué es importante
que los niños lean?”.
Este artículo fue preparado
para ustedes, padres.
Pero, en realidad,
leer es algo que para todos
debería ser importante.
¿Por qué?
El artículo explica
que leer hace volar la imaginación.
Puede ayudarnos
a analizar los problemas
y a resolverlos,
y a tener buenas cualidades
como la paciencia,
el autocontrol y la empatía.
Además, leer nos hace pensar.
Durante la pandemia,
algunos hermanos
han aprovechado bien el tiempo
aprendiendo a leer y escribir.
Escuchemos qué se ha logrado.
Cuando el coronavirus llegó al país,
las escuelas tuvieron que cerrar.
Muchos padres no pudieron ir a trabajar
o lo hicieron desde casa.
Un superintendente de circuito
les pidió a los padres
que aprovecharan la oportunidad
para enseñarles a sus hijos
a leer y a escribir
con el objetivo
de que se hagan publicadores.
Muchos padres siguieron la sugerencia,
y 37 niños aprendieron
a leer y a escribir bien.
Una hermana que se llama Sara
llevaba tiempo intentando aprender
a leer y escribir.
Su esposo había tratado de ayudarla,
pero, como estaban muy ocupados
y tenían muchas responsabilidades,
nunca encontraban el momento.
Entonces, como con la pandemia
no podían hacer tanto,
su esposo, que es anciano,
aprovechó bien el tiempo extra
y empezó a ayudarla
varias veces a la semana
para que aprendiera a leer.
Ahora disfruta leyendo la Biblia
y otras publicaciones
sin ayuda de nadie.
Y le encanta cantar
usando su propio cancionero.
Comfort era una estudiante de la Biblia
que soñaba con poder leerla.
Cuando empezó la pandemia,
se desanimó y se preguntó:
“¿Quién va a ayudarme ahora
que no puedo ir a las clases
para aprender a leer?”.
Un anciano de la congregación
le dio buenas sugerencias
y la animó
a que siguiera practicando solita.
Comfort siguió las sugerencias,
fue constante y no se rindió.
Poco a poco fue mejorando
y ya sabe leer bien.
Ahora dirige 5 cursos bíblicos
y le está enseñando
a su hija de 14 años
a leer y escribir.
Comfort se bautizó
en la asamblea regional del 2020.
María es una hermana
de 69 años de Nicaragua
y es precursora
desde hace más de 6 años.
Nunca fue a la escuela,
así que aprendió a leer
cuando estudiaba la Biblia
con las hermanas.
Pero no aprendió a escribir.
Cuando empezó la pandemia,
María estaba muy triste
porque no sabía
cómo usar su teléfono para predicar
y tampoco sabía escribir cartas.
Así que algunos precursores
la ayudaron.
María les dictaba lo que quería decir
a los hermanos con los que predicaba,
y ellos escribían las cartas.
Luego les hacían una fotografía
y se la enviaban a María.
Después, María copiaba
lo que había en las fotografías.
Así era ella la que escribía
sus propias cartas.
Poquito a poco,
María aprendió a escribir.
Ahora no necesita ayuda.
¡Y qué cartas escribe!
¡Tiene una letra preciosa!
Se expresa tan bien…
Obviamente, Jehová
la está bendiciendo.
Y su ejemplo
sin duda nos anima a todos
a seguir mejorando.
¡Pero qué bien aprovecharon el tiempo
estos hermanos!
Pero nunca pensemos
que hay personas
que no saben leer ni escribir
solo en unos cuantos países.
La verdad es que eso ocurre
en todas partes.
Y, para ser sinceros,
leer y escribir bien
es un campo en el que todos
podemos mejorar.
Así que pongámonos esa meta.
Miren lo que el Cuerpo Gobernante
les escribió
a todos los Comités de Sucursal
en una carta:
Entonces, ¿cómo puede aprender a leer
o mejorar su lectura?
Veamos dos formas.
Pídale a un amigo, a un familiar
o a alguien de la congregación
que lo ayude.
Una herramienta excelente
es el folleto
Aplícate a la lectura y a la escritura,
que está disponible en 123 idiomas.
¿Por qué no les pregunta
a los ancianos de su congregación
cómo conseguir este folleto?
Y, si ya se sabe el abecedario
y puede reconocer palabras,
escuchar el audio
de nuestras publicaciones
le ayudará.
Mientras lo escucha,
siga la lectura
en la publicación escrita.
Fíjese en cómo se pronuncian
las palabras
mientras las escucha.
Mejorar nuestra lectura y escritura
es una muy buena forma
de aprovechar el tiempo
durante la pandemia.
Queridos hermanos,
han demostrado que pueden estar
cerca de Jehová y animar a otros
incluso cuando las cosas
están muy mal.
Han sabido aprovechar el tiempo.
Por eso, sigamos haciéndolo
ayudando a los inactivos
y aprendiendo a leer mejor.
No lo duden,
el Cuerpo Gobernante
ora siempre por todos ustedes.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
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