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¡Bienvenidos a nuestro informe!
En muchas partes del mundo,
ya empezaron
las asambleas regionales.
De hecho, para comienzos de julio,
ya habían asistido presencialmente
más de 2,3 millones de personas
a las asambleas
“Tengan paciencia”.
Ver a nuestros amigos de siempre
y conocer a otros hermanos
en las asambleas
está haciendo muy felices
a los siervos de Dios.
Y el programa es en verdad
“alimento al tiempo debido”.
Los que ya asistieron a la asamblea
disfrutaron muchísimo.
Y a los que todavía no han asistido
les decimos
que les va a encantar.
A partir del 1 de junio,
muchos hogares Betel
por todo el mundo
volvieron a tener visitas guiadas.
Fíjense en qué emocionante
ha sido para los visitantes
y la familia Betel.
En cuanto llegó el primer grupo,
nos emocionamos.
Fue muy animador,
porque hicieron muchos esfuerzos
para venir a Betel.
No sé quiénes estaban más contentos,
los betelitas o los visitantes,
porque nos encanta tenerlos aquí.
Lo que más me gustó
fue cuando entramos
y estaban todos allí
y nos dieron la bienvenida
y nos saludaban y nos abrazaban...
Fue una sorpresa muy bonita.
¡La bienvenida fue increíble!
Todos venían
y hablaban con nosotros.
Mis hijos han pasado
casi toda su vida
viendo en JW noticias
sobre el proyecto de Chelmsford.
Y aquí estamos.
Es que nunca pensé
que pudiéramos estar en la sucursal.
Ya va más de un mes
desde que comenzaron
otra vez las visitas,
y ha sido impresionante.
Nosotros somos de Filipinas
y ahora vivimos en Canadá.
Nos tomó unas ocho horas
llegar en auto aquí, a Warwick.
Habíamos planeado
venir a Warwick en marzo de 2020.
Y aquí estamos,
tres años después.
Dijimos: “De este año no pasa,
tenemos que ir a Betel”.
Así que hicimos los planes para viajar.
Les recomendaría a todas las familias
que visiten Betel.
Su fe se hará más fuerte,
y es una experiencia
que los niños nunca van a olvidar.
Hay tantas cosas en el museo
que es imposible asimilarlas
en una sola visita.
Así que esperamos
que podamos volver a Betel otra vez.
Estos hermanos y hermanas
se sienten como el rey David
cuando escribió
las palabras de Salmo 122:1:
Los invitamos a que vengan
y sientan la alegría de visitar Betel.
Para hacerlo, por favor,
reserve una visita en jw.org.
Encontrará más información
en la sección “Visitas a Betel”.
También puede comunicarse
con la sucursal del país donde vive.
Como se anunció
hace unos días en jw.org,
el 28 de junio de 2023
nuestro proyecto de Ramapo
recibió un permiso muy importante.
La Junta Municipal
de Urbanismo de Ramapo
aprobó de forma unánime
los planos para este proyecto.
Aunque todavía hay que concretar
muchos permisos y detalles técnicos,
ya tenemos la aprobación
para que el proyecto siga adelante.
Les damos las gracias
a la junta de urbanismo
y a todos los hermanos y hermanas
que trabajan duro
para que esto se lleve a cabo.
Y le damos las gracias a Jehová
por seguir bendiciendo
este proyecto.
En mayo de 2022,
nuestro hermano Dennis Christensen
fue liberado de prisión.
Poco después, los entrevistamos
a él y a su esposa, Irina.
Mientras ven el siguiente video,
fíjense en lo que los ayudó a ellos
a aguantar y permanecer fieles.
Estábamos en una reunión
de nuestra congregación
en la ciudad de Oriol.
Y, de repente, un siervo ministerial
vino corriendo y me dijo:
“Dennis, tienes que salir a la entrada”.
“Está bien”, le dije.
Salí, fui para allá,
y había personas encapuchadas
—un montón de policías
y agentes del Servicio Federal
de Seguridad—.
Nos enseñaron sus identificaciones
y nos dijeron que iban
a registrar el Salón.
Después me mostraron un papel.
Era una orden que decía
que yo era el principal acusado
en este caso.
Me iban a arrestar
y tendría que estar detenido
un par de días.
Y pensé: “No es para tanto,
esto se resolverá rápido.
Puedo aguantar dos días.
No soy el primero que va a la cárcel”.
Y estaba seguro de que Jehová
también me iba a proteger a mí.
Lo más difícil fue estar separado
de mi esposa, Irina.
Desde afuera
casi no se puede ver a los presos
del centro de detención.
Traté de encontrar un sitio
desde el que pudiera ver su ventana
y en el que él también
me viera bien a mí.
Así que quedamos
en que iría a ese sitio
a la hora que Dennis me dijo.
Para mí, ese era
el mejor momento del día.
Siempre tenía ganas
de que llegara la una de la tarde.
Era mi oportunidad de ver a Irina
aunque fueran
solo 5 o 10 minutos.
Seguimos esta rutina
durante dos años.
¡Irina vino todos los días!
Aunque nevara, lloviera
o hiciera mucho sol,
daba igual el tiempo que hiciera,
Irina estaba allí todos los días.
Era un secreto,
y lo estamos contando ahora.
Fueron dos años,
y no se lo dijimos
a nadie en absoluto.
Me esforcé mucho
por ser un buen esposo.
Cuando estuve
en el centro de detención,
intenté llamarla dos veces al mes
y escribirle cartas
cinco veces a la semana.
Mis amigos me apoyaron mucho.
Venían, me visitaban...
Me mandaron muchas cartas,
y a Dennis también.
Algunos de mis amigos me decían:
“Cuando te sientas muy triste,
llámanos o escríbenos, y venimos”.
Me ayudaron de muchas formas,
y estoy muy agradecida.
Recuerdo lo mucho que me apoyaron
los hermanos durante el juicio.
¡Fue increíble!
Cuando anunciaron
la sentencia de seis años,
había muchos hermanos
en el tribunal.
Lo que me ayudó a aguantar
fue estar muy atento a mi actitud,
porque yo sabía
lo que dice Proverbios 24:10:
“Si te desanimas […],
te faltarán las fuerzas”.
Sabía que sería
una prueba larga y difícil,
y tenía que aguantar.
Me esforcé por leer la Biblia
todos los días, como debe ser,
y por meditar.
También tenía una libreta especial
en la que apuntaba textos e ideas
que me fortalecían.
Por ejemplo, a menudo pensaba
en las palabras de Isaías 30:15.
Ese texto dice
que debemos mantener la calma
y confiar en Jehová.
Eso es lo que nos hace fuertes.
Oraba constantemente.
No dejaba de pedirle a Jehová
que me diera paz,
que me ayudara a sentirme feliz,
porque así era
como yo quería estar.
También pensaba:
“Está bien,
pueden robarme mi libertad,
pueden impedir que vea a mi familia,
que los abrace tanto como quisiera,
pero no pueden
quitarme la paz,
no pueden robarme la alegría.
Yo quiero ser feliz
y servir a Jehová.
Servir a Jehová
y hacer lo que él dice,
y estar contento,
porque él es un Padre feliz”.
Una vez, Dennis me escribió
una frase interesante:
“Si quieres ser feliz,
haz felices a los demás”.
Esa idea me ayudó mucho.
Así que me mantuve ocupada.
Buscaba maneras de ayudar a otros.
Les llevaba comida
a los que lo necesitaran,
iba a visitar enfermos...
Un trabajador de la prisión
me dijo un día:
“Dennis, veo que estás muy alegre”.
“Sí”, le dije.
“Es que pronto voy a salir,
y solo pienso en ese momento.
Es como si no estuviera aquí,
como si ya estuviera afuera”.
Y me dijo:
“Christensen,
tú nunca has estado aquí.
Siempre has estado afuera.
Siempre has sido libre,
siempre has estado alegre y feliz”.
Me imaginaba muchas veces
saliendo de la prisión,
encontrándome con los hermanos,
con mi familia,
y abrazándolos.
Cuando llegué,
ya había bastantes hermanos allí,
fue impresionante.
Llegaron temprano.
Había hermanos de varias ciudades.
Ya sabíamos que en el aeropuerto
de Copenhague
nos estarían esperando
unos cuantos hermanos.
Pero fue increíble
cuando salimos
y vimos a tantos hermanos
gritando de alegría.
Los abracé a todos.
Había esperado tanto
a que llegara ese momento.
Estaba muy emocionado.
Ahora estamos de nuevo en Dinamarca
y tenemos que empezar
una nueva vida,
empezar de cero.
Aprendimos mucho de esta experiencia
y queremos que nos sirva
para ayudar a otros.
Se puede decir
que la prisión es una escuela
que te ayuda a pulir
tus cualidades como cristiano.
Me alegro mucho de estar libre ya.
Pero no he dejado de orar
por los hermanos y hermanas
que siguen en la cárcel.
Al contrario,
ahora oro todavía más por ellos,
porque sé lo que se siente al estar ahí.
No siempre es fácil,
pero estoy seguro
de que Jehová los está ayudando
como me ayudó a mí.
Queridos Dennis e Irina,
gracias por compartir
su experiencia con nosotros.
Su paciencia y su aguante
son un ejemplo.
Hace muchos años
estuve con los hermanos
en los países comunistas de Europa.
Recuerdo ver su fe
y su integridad.
Fue tan conmovedor
que nunca lo voy a poder olvidar.
Cuando vemos
con nuestros propios ojos
o nos enteramos de la fe
y la determinación
de nuestros hermanos
en países donde la obra
está prohibida,
¿verdad que eso
nos da fuerzas y valor
para seguir aguantando?
No dejemos de pedirle a Jehová
por los más de 180 hermanos
y hermanas por todo el mundo
que actualmente
están presos por sus creencias.
Mientras veían la entrevista,
¿se fijaron en lo que ayudó
al matrimonio Christensen a aguantar?
El hermano Christensen dijo
que la lectura diaria de la Biblia
y la meditación
fue lo que lo ayudó.
También anotaba
pensamientos de la Biblia
que le daban fuerzas.
Dennis e Irina
se animaban constantemente
el uno al otro con cartas
y llamadas telefónicas.
¿Y verdad que fue
muy bonito enterarnos
de cómo, viéndose un ratito
desde lejos,
podían animarse?
Pero también había otros hermanos
que los ayudaban,
y eso los fortalecía mucho.
Ahora, ellos no se quedaban
esperando a recibir ánimo,
sino que buscaban oportunidades
para animar y ayudar a otros.
¿Recuerdan lo que Dennis
le escribió a Irina?
“Si quieres ser feliz,
haz felices a los demás”.
Y esto nos recuerda las palabras
de Jesús registradas en Hechos 20:35:
“Hay más felicidad
en dar que en recibir”.
Uno de los textos
que ayudó a Dennis
cuando estaba pasando
por esa prueba
fue Isaías 30:15.
Allí leemos:
Nos alegra informarles
que la entrevista completa
al matrimonio Christensen
estará disponible
en jw.org en el futuro.
Igual que Jehová les dio fuerzas
a los Christensen para aguantar,
también nos ayudará
a todos nosotros
a mantenernos leales
si seguimos confiando en él.
Hermanos, sabemos que están
demostrando paciencia
al pasar por muchas pruebas.
Por favor, recuerden
que los queremos mucho a todos.
Desde la central mundial
de los testigos de Jehová,
esto es JW Broadcasting®.

2023 | Informe 5 del Cuerpo Gobernante