JW subtitle extractor

Hay amigos donde menos te lo esperas

Video Other languages Share text Share link Show times

Me llamo Akil.
Cuando tenía 18 años,
mi familia y yo nos mudamos
a otra ciudad.
De por sí
dejar a mis amigos fue duro,
y la idea de hacer nuevos amigos
era peor.
Mis padres se veían muy felices.
Como no quería hacerlos sentir mal,
no les decía cómo me sentía.
En la escuela,
las cosas no iban mejor.
Entonces conocí a Cameron.
Parecía un tipo genial.
En poco tiempo,
sus amigos ya eran mis amigos.
... David lo creía;
incluso lo demostró
a la hora de elegir a sus amigos.
Si pensamos en una
de las amistades más estrechas
de las que habla la Biblia,
se nos viene a la mente
la de David y Jonatán.
¿Qué tenían ellos en común?
No era la edad.
¡Akil, estabas mensajeando
en la reunión!
No debí hacerlo.
Lo siento.
Pero Cameron es una buena persona.
Tal vez algún día estudie la Biblia.
Entiendo eso, Akil.
Pero todos debemos tener cuidado
con el tiempo que pasamos
con personas que no aman a Jehová.
No tienen los mismos valores
que nosotros.
Tú sabes que en Proverbios 13:20
se nos recomienda andar
con personas sabias.
¿Por qué no buscas amigos
que amen a Jehová?
Así, encontrarás amistades
que durarán para siempre.
¿Pero de dónde los saco?
No hay nadie de mi edad
en la congregación.
Akil, a veces hay amigos
donde menos te lo esperas.
Mamá, yo tenía buenos amigos...
allá, en casa.
No era fácil hablar de eso.
Al día siguiente,
Cameron subió fotos
de una fiesta que había organizado.
¡Mis padres tenían razón!
Me alejé de Cameron y sus amigos,
pero me sentía muy solo.
Hola.
¿Akil?
¿Tienes planes
para predicar el sábado?
Eh... no.
Pues ahora ya los tienes.
Nos vemos en el grupo, a las 9:30.
¿OK?
Después de predicar,
Max invitó a los del grupo
a su casa.
¿Tú tomaste estas fotos?
¿Te gustan?
¡Sí!
Mi esposa...
ella era la fotógrafa de la familia.
Le encantaba tomar fotos.
Y un día, en un aniversario,
me regaló una cámara.
Desde entonces,
me hice aficionado a la fotografía.
El tiempo vuela.
No puedo creer que ya hayan pasado
12 años desde que murió.
Lo siento.
Está bien.
¿Y aún tomas fotos?
¡Claro!
Me encanta la fotografía.
Ver de cerca la creación de Jehová
no tiene precio.
Me recuerda que nunca estamos solos.
¿No crees?
Puedes encontrar buenos amigos
donde menos te lo esperas
y de edades que no te imaginas.
Al pasar tiempo con Max,
me di cuenta de que éramos
como David y Jonatán.
Ellos no eran amigos
por ser de la misma edad,
sino porque amaban a Jehová.
Siempre se ayudaron entre ellos.
Con el apoyo de Max,
empecé a participar con regularidad
en actividades espirituales.
Aunque no éramos de la misma edad,
Max llegó a ser un gran amigo.
Y ahí había estado, frente a mí,
todo el tiempo.