00:00:08
Llegó el mes de tisri,00:00:10
00:00:10
un mes en el que celebramos
muchas fiestas.00:00:14
00:00:14
Habíamos terminado de reconstruir00:00:16
00:00:16
las murallas
de la gran ciudad de Jehová.00:00:19
00:00:19
Y había llegado el momento00:00:22
00:00:22
de reconstruir la espiritualidad
de su pueblo escogido.00:00:26
00:00:27
Muchos no conocían la Ley de Dios.00:00:30
00:00:31
Y quién mejor para ayudarnos00:00:33
00:00:33
que el hombre que había venido
antes que yo, Esdras.00:00:37
00:00:38
... las normas y decisiones judiciales
de Jehová.00:00:41
00:00:42
Él y otros levitas
leyeron en voz alta la Ley de Moisés.00:00:46
00:00:46
—No solo la leyeron,
—Y piensen en Dios.00:00:48
00:00:48
—sino que la explicaron
—Amen y obedezcan a Jehová.00:00:50
00:00:50
y ayudaron al pueblo
a entender lo que quería decir.00:00:53
00:00:54
Como pueblo, nos dimos cuenta00:00:56
00:00:56
de lo mucho que habíamos
decepcionado a Jehová.00:01:00
00:01:00
Muchos trabajaban en sábado,00:01:03
00:01:03
ofrecían animales enfermos
como sacrificios,00:01:06
00:01:06
se divorciaban de sus esposas
para casarse con mujeres extranjeras...00:01:11
00:01:11
Nos sentimos mal al darnos cuenta
de que habíamos desobedecido la Ley,00:01:15
00:01:15
pero aprendimos a adorar a Jehová
como él quiere.00:01:19
00:01:19
No se lamenten ni lloren.00:01:22
00:01:22
Ahora que saben
lo que no le gusta a Dios00:01:25
00:01:25
pueden hacer lo que sí le gusta.00:01:27
00:01:28
Vayan.00:01:29
00:01:30
Coman,00:01:31
00:01:31
tomen bebidas dulces00:01:33
00:01:33
y denles comida
a los que no tienen nada.00:01:36
00:01:36
Y no estén tristes,00:01:38
00:01:38
porque la felicidad
que viene de Jehová00:01:41
00:01:41
es nuestra fortaleza.00:01:43
00:01:49
Celebramos la Fiesta de las Cabañas00:01:52
00:01:52
siguiendo las instrucciones de Jehová.00:01:55
00:02:08
Fueron días felices00:02:10
00:02:10
y le dimos gracias a Jehová
por sus bendiciones.00:02:14
00:02:15
Y el día 24 del mes
nos reunimos para leer la Ley de Dios,00:02:20
00:02:20
confesar nuestros pecados00:02:23
00:02:24
y llorar por lo que habíamos hecho.00:02:26
00:02:34
Hicimos una promesa solemne
y la pusimos por escrito.00:02:40
00:02:55
Estábamos decididos
a obedecer la Ley de Dios.00:02:59
00:02:59
¡Amén!00:03:00
00:03:00
¡Amén!00:03:02
00:03:03
Pero algunos se olvidaron rápido
de su promesa.00:03:07
00:03:07
¡Pélez!00:03:09
00:03:11
Raham.00:03:12
00:03:16
Te pago la renta.00:03:17
00:03:18
Ponlo en una bolsa.00:03:19
00:03:19
Es más fácil de cargar.00:03:20
00:03:24
¿Oíste lo último que dijo Nehemías?00:03:26
00:03:27
¿Te refieres
a lo de repoblar Jerusalén?00:03:29
00:03:29
Me refiero a esa ridícula idea00:03:31
00:03:31
de obligar a las familias
a mudarse a la ciudad.00:03:33
00:03:33
Una de cada diez, nada menos.00:03:35
00:03:36
Algo oí, sí.00:03:38
00:03:38
Pues resulta que me han elegido.00:03:40
00:03:40
Pero ¿por qué a mí?00:03:41
00:03:41
¿Qué pretenden que hagamos
los que tenemos tierras?00:03:45
00:03:46
Oh...00:03:46
00:03:48
y ¿cuándo te mudas?00:03:49
00:03:51
¿Mudarme?00:03:52
00:03:52
¡No pienso mudarme a ningún sitio!00:03:53
00:03:53
¡Tenemos derecho a vivir
donde queramos, los dos!00:03:56
00:03:57
A mí no me tocó.00:03:58
00:03:58
Todavía no. Pero, cuando te elijan,00:04:00
00:04:00
tienes que apoyarme
y negarte a hacerlo.00:04:03
00:04:06
Raham,00:04:06
00:04:09
el rey envió a Nehemías
a reconstruir la ciudad.00:04:12
00:04:14
Nehemías es el gobernador.00:04:16
00:04:16
Los gobernadores van y vienen.00:04:18
00:04:18
El rey está esperando
a que Nehemías vuelva,00:04:21
00:04:21
y cuando se vaya
las cosas serán igual que antes.00:04:23
00:04:23
Aunque Nehemías se vaya,00:04:25
00:04:25
Jehová seguirá estando aquí.00:04:27
00:04:28
Es su voluntad repoblar Jerusalén.00:04:31
00:04:32
Tú lo sabes...00:04:34
00:04:34
Así que ahora estás
del lado de Nehemías...00:04:36
00:04:37
¡Eres un desagradecido!00:04:39
00:04:42
Raham,00:04:43
00:04:46
lo tuyo.00:04:47
00:05:00
¿Qué pasó?00:05:01
00:05:01
Raham se niega
a mudarse a Jerusalén.00:05:04
00:05:08
Y quiere que lo apoyemos.00:05:10
00:05:10
¿Y qué le dijiste?00:05:11
00:05:13
Le dije que Nehemías
está haciendo lo que Jehová quiere.00:05:17
00:05:17
Raham no se da cuenta
de que sería mucho más feliz00:05:21
00:05:21
si hiciera lo que dice Jehová.00:05:24
00:05:26
Entonces, ¿nos mudaremos si nos toca?00:05:30
00:05:31
Sí.00:05:32
00:05:35
Prefiero ser como Nehemías00:05:37
00:05:37
a ser como Raham.00:05:39
00:05:40
—¿Están de acuerdo?
—Sí.00:05:42
00:05:42
Y yo.00:05:43
00:05:50
Cuando se inauguraron las murallas,00:05:53
00:05:54
por toda Jerusalén la gente cantaba
para alabar a Jehová y darle gracias.00:05:59
00:06:01
Era tanta la alegría
que había en Jerusalén00:06:04
00:06:04
que podía oírse desde lejos.00:06:07
00:06:09
Volví a Persia,00:06:11
00:06:11
y allí pensé muchas veces
en aquel día.00:06:13
00:06:14
Ahora que sé lo que pasó después,00:06:17
00:06:17
desearía no haberme ido nunca.00:06:20
00:06:34
Jehová envió un mensajero
que puso por escrito00:06:36
00:06:36
todas las cosas que pasaron
en Jerusalén durante mi ausencia.00:06:41
00:06:41
Se llamaba Malaquías.00:06:43
00:06:48
Tobías, que no era judío,00:06:51
00:06:51
se las arregló
para meterse en el templo.00:06:54
00:06:54
—¡Tobías!
—¡Eliasib!00:06:55
00:06:55
—Tenía familiares judíos
—Que tengas paz.00:06:58
00:06:58
—y los utilizó para conseguir lo que quería.
—Que tengas paz.00:07:01
00:07:01
¿Qué te trae por aquí?00:07:03
00:07:03
Hace mucho que no te veo.00:07:04
00:07:04
Tenía ganas de verte.00:07:06
00:07:06
Ah, y... te he traído un pequeño regalo.00:07:09
00:07:11
Tobías, eres siempre tan generoso.00:07:14
00:07:14
No es nada.00:07:15
00:07:16
Y... ¿puedo hacer algo por ti?00:07:19
00:07:19
Ya que lo dices... mmm...00:07:21
00:07:22
hay algo que sí puedes hacer.00:07:23
00:07:23
Dime, ¿qué quieres que haga?00:07:25
00:07:25
—Bueno, ya que somos familia...
—Ajá.00:07:28
00:07:28
Cuando nuestros familiares
vengan a visitarnos desde Samaria,00:07:33
00:07:33
estaría muy bien comer todos juntos...00:07:36
00:07:36
Mmm...00:07:37
00:07:37
Y justo aquí en el templo.00:07:39
00:07:39
Tú sabes que ellos
también adoran a Jehová.00:07:42
00:07:42
Casi siempre.00:07:43
00:07:44
Bueno, a veces.00:07:46
00:07:49
Sabes que no puedo hacer eso.00:07:51
00:07:53
Es que... los cuartos están llenos...00:07:56
00:07:56
¿Todos?00:07:57
00:07:57
Si esto son almacenes...00:07:59
00:07:59
Esas son las provisiones de los levitas.00:08:02
00:08:04
¿No me puedes dejar al menos uno?00:08:06
00:08:06
Solo uno, solo necesito uno.00:08:09
00:08:09
Pero ¿qué va a decir Nehemías?00:08:12
00:08:13
¿Y qué más nos da?00:08:14
00:08:15
Nehemías está muy lejos.00:08:17
00:08:18
Pero ¿y si se entera?00:08:19
00:08:19
¿Y quién se lo va a decir?00:08:21
00:08:21
¿Se lo vas a decir tú?00:08:23
00:08:23
No, no, pero...00:08:24
00:08:24
Entonces, no te preocupes.00:08:27
00:08:39
Así que... el sumo sacerdote
vuelve a hacer lo que le dice Tobías.00:08:43
00:08:44
¿Dónde pongo el grano?00:08:46
00:08:46
Por aquí. Con cuidado.00:08:48
00:08:48
Ya está.00:08:49
00:08:51
Miren quién viene por ahí.00:08:53
00:08:58
Dense prisa, por favor.00:08:59
00:08:59
Cuando estos terminen de limpiar,00:09:01
00:09:01
podemos poner la mesa aquí
y las sillas pegadas a la pared...00:09:07
00:09:07
Tobías, ahora dime,00:09:09
00:09:09
¿dónde ponemos las provisiones?00:09:11
00:09:11
Me da igual.00:09:12
00:09:12
Es tu problema.00:09:13
00:09:13
Bueno, muévanse.00:09:15
00:09:16
Pero ya, vamos.00:09:18
00:09:18
Bueno, pues, descarguemos
las cosas aquí00:09:21
00:09:21
y, como les decía antes,00:09:23
00:09:23
las sillas van por allá,
la mesa por acá.00:09:24
00:09:24
Pondremos la comida ahí.00:09:25
00:09:25
No lo entiendo,
¿cómo es posible que Eliasib00:09:29
00:09:29
permita que alguien como Tobías00:09:31
00:09:31
se quede con uno de los cuartos?00:09:33
00:09:33
¿Después de todo lo que hizo Nehemías00:09:35
00:09:35
por preservar la santidad del templo?00:09:37
00:09:37
De todas maneras,
ya casi nadie contribuye.00:09:40
00:09:40
Si queremos comer, tendremos
que trabajar en nuestros propios campos00:09:43
00:09:43
y cuidar de los rebaños.00:09:45
00:09:45
No vale para nada servir a Dios.00:09:47
00:09:47
Hermanos,00:09:49
00:09:49
no dejemos que lo que ellos hagan
nos robe la alegría.00:09:52
00:09:52
¿Y qué hacemos?00:09:53
00:09:53
No nos beneficia servir a Jehová.00:09:56
00:09:56
Tiene razón.00:09:57
00:09:57
¿Y no dicen las Escrituras:
“Cuida a tus ovejas”?00:10:00
00:10:02
Pero también dicen que el hombre fiel
va a recibir muchas bendiciones.00:10:07
00:10:07
Tenemos que confiar en Jehová.00:10:09
00:10:09
Con el tiempo, él lo arreglará todo.00:10:12
00:10:14
Malaquías vio hasta dónde había
llegado el pueblo.00:10:18
00:10:18
Los levitas, que antes defendían
las normas de Jehová,00:10:23
00:10:23
ahora se preguntaban
si su servicio valía para algo.00:10:27
00:10:54
¡Amigo!00:10:55
00:10:56
¡Llévate una oveja!00:10:58
00:10:59
A mayor sacrificio,00:11:01
00:11:01
mayor bendición.00:11:02
00:11:04
Además,00:11:05
00:11:06
con esto impresionarás a tus vecinos.00:11:08
00:11:10
Gracias, ya tengo una ofrenda.00:11:12
00:11:12
Sí, sí, pero mira...,00:11:13
00:11:14
tú me caes bien, ¿sabes?00:11:16
00:11:16
Así que te voy a hacer
un precio especial, ¿eh?00:11:19
00:11:19
No será mucho más
que lo que pagaste por esas palomas.00:11:22
00:11:22
Mira... echa un vistazo.00:11:23
00:11:25
Pero esa oveja está ciega y está coja.00:11:28
00:11:28
Amigo, eso es totalmente normal
para esa raza.00:11:32
00:11:32
La Ley de Dios prohíbe ofrecer
animales ciegos, cojos o enfermos.00:11:37
00:11:37
Cuando tenga dinero
para ofrecer una oveja, estará sana.00:11:40
00:11:40
No tires el dinero, es una buena oveja.
Y a buen precio.00:11:43
00:11:43
Tengo que irme.00:11:45
00:11:45
No te compliques,00:11:46
00:11:46
solo es una tradición.00:11:48
00:11:49
¡Bah!00:11:50
00:11:52
Las cosas en el templo
no son como antes.00:11:55
00:11:55
Parece que a la gente
ya no le importa lo que piensa Jehová.00:11:58
00:12:03
Azubá,00:12:04
00:12:04
¿qué pasa?00:12:06
00:12:08
Azubá, cuéntanos.00:12:10
00:12:12
¿Y Raham?00:12:13
00:12:22
Es un certificado de divorcio.00:12:25
00:12:26
Yo... traté de ser una buena esposa.00:12:30
00:12:30
Pero no fue suficiente.00:12:32
00:12:35
Raham me ha echado.00:12:37
00:12:37
No te preocupes, Azubá.00:12:39
00:12:39
Puedes vivir aquí, con nosotros.00:12:41
00:12:42
Aquí estarás bien.00:12:44
00:12:44
Todo esto... es por mi culpa...00:12:48
00:12:48
Azubá, no pienses así.00:12:50
00:12:50
Pero no le di hijos.00:12:52
00:12:53
Con hijos o sin ellos,00:12:55
00:12:55
el matrimonio es sagrado.00:12:58
00:12:59
Confía en Jehová.00:13:01
00:13:01
Él nunca va a abandonarte.00:13:03
00:13:08
Gracias.00:13:10
00:13:36
¡Raham!00:13:37
00:13:39
Anoche tuvimos una visita.00:13:40
00:13:43
Era tu esposa.00:13:44
00:13:47
¿O debería decir tu anterior esposa?00:13:50
00:13:51
Raham,00:13:52
00:13:53
¿no te importa hacerle daño
a tu esposa?00:13:56
00:13:56
¿Cómo puedes ser tan cruel?00:13:57
00:13:57
Moisés dijo que, si ves
algo vergonzoso en tu esposa,00:14:01
00:14:01
debes darle un certificado de divorcio
y decirle que se vaya.00:14:05
00:14:05
¿Acaso no es vergonzoso
no darme hijos?00:14:09
00:14:09
Y ya me he cansado de ella.00:14:11
00:14:11
Hoy me caso con Gizlá.00:14:13
00:14:13
Gizlá...00:14:14
00:14:15
¿la moabita?00:14:16
00:14:18
Yo te oí jurar que no te casarías nunca
con una mujer extranjera.00:14:22
00:14:22
La Ley dice que, si hacemos eso,00:14:24
00:14:24
nuestros hijos
dejarán de servir a Jehová00:14:26
00:14:26
para servir a otros dioses.00:14:28
00:14:28
Y que Jehová se enojará con nosotros.00:14:29
00:14:29
¿Quién eres tú para aconsejarme?00:14:32
00:14:32
Todos tenemos derecho a buscar
nuestra propia felicidad.00:14:36
00:14:37
¡Raham!00:14:38
00:14:38
Solo Jehová puede darte
la verdadera felicidad.00:14:41
00:14:41
¿De verdad crees
que vas a ser más feliz por tu cuenta?00:14:44
00:15:06
Jehová,00:15:07
00:15:08
¿por qué nos traicionamos así
unos a otros,00:15:11
00:15:12
profanando tu pacto?00:15:14
00:15:24
Malaquías,00:15:26
00:15:27
diles a los sacerdotes
que están despreciando mi nombre:00:15:32
00:15:32
“El hijo honra a su padre,
y el siervo, a su amo.00:15:37
00:15:37
Así que, si yo soy el padre,00:15:39
00:15:39
¿dónde está la honra que merezco?00:15:43
00:15:43
Y, si yo soy el amo,00:15:45
00:15:45
¿dónde está el temor
que se me debe?”.00:15:49
00:15:58
¡Amigo,00:16:00
00:16:01
eh, amigo!00:16:02
00:16:02
Veo que no llevas ninguna ofrenda.00:16:03
00:16:28
¿Por qué están despreciando
el nombre de Jehová?00:16:31
00:16:31
¿Nosotros? ¿Cómo?00:16:33
00:16:34
Ofrecen animales ciegos,
cojos o enfermos00:16:38
00:16:38
¿y dicen que no está mal?00:16:40
00:16:40
¿Debería Jehová aceptarlos?00:16:42
00:16:42
Cuando la carne está en la olla,00:16:44
00:16:44
nadie sabe
si el animal estaba enfermo.00:16:47
00:16:47
¿Y Jehová?00:16:48
00:16:48
Él sí lo sabe.00:16:49
00:16:51
Un día, Jehová vendrá a su templo00:16:53
00:16:53
y refinará a los hijos de Leví con fuego.00:16:56
00:16:56
Malaquías, ¿por qué te enojas tanto?00:16:58
00:16:58
Aquí a todo el mundo le parece bien,00:17:00
00:17:00
¿por qué te quejas?00:17:02
00:17:04
“Sacerdotes, si ustedes se niegan
a escuchar”, dice Jehová,00:17:08
00:17:08
“los maldeciré00:17:10
00:17:10
y haré que sus bendiciones
se conviertan en maldiciones.00:17:13
00:17:14
Vuelvan a mí,00:17:16
00:17:17
y yo volveré a ustedes”, dice Jehová.00:17:20
00:17:20
¿Y qué deberíamos hacer?00:17:22
00:17:22
“¿Puede un hombre robarle a Dios?00:17:24
00:17:25
Pues ustedes me están robando”,
dice Jehová.00:17:28
00:17:28
¿Robándole?00:17:29
00:17:29
“La nación está robando
las contribuciones que me pertenecen”,00:17:34
00:17:34
dice Jehová.00:17:35
00:17:35
“Traigan todo el diezmo al almacén,00:17:38
00:17:38
para que haya alimento en mi casa.00:17:40
00:17:40
Pónganme a prueba en esto00:17:42
00:17:42
y verán que les abro
las compuertas de los cielos00:17:45
00:17:45
y derramo sobre ustedes bendiciones
hasta que no les falte nada”.00:17:49
00:17:51
Y hay otra cosa que hacen00:17:53
00:17:53
por la que Jehová no mira con agrado
nada de lo que ofrecen.00:17:55
00:17:55
¿Cuál?00:17:56
00:17:56
Ustedes han traicionado
a la esposa de su juventud,00:17:59
00:17:59
aunque es su compañera
y su esposa legítima.00:18:02
00:18:02
Hay algunos que no lo han hecho00:18:04
00:18:04
porque todavía tienen
el espíritu de Dios.00:18:07
00:18:08
Así que estén muy atentos a su actitud00:18:10
00:18:12
y no traicionen
a la esposa de su juventud.00:18:15
00:18:15
“Porque odio el divorcio”, dice Jehová,
el Dios de Israel.00:18:20
00:18:20
Los labios de un sacerdote
deben proteger el conocimiento,00:18:23
00:18:23
y el pueblo tiene que buscar
la Ley en su boca.00:18:26
00:18:27
Pero ustedes
están haciendo tropezar a muchos.00:18:31
00:18:39
El mensaje de Jehová reveló
que el problema estaba en su corazón.00:18:44
00:18:45
Pero Malaquías
se esforzó por encontrar00:18:48
00:18:48
a los que eran felices
haciendo lo que estaba bien.00:18:52
00:19:01
Pélez.00:19:02
00:19:03
—Malaquías.
—¿Cómo estás?00:19:05
00:19:06
Azubá, no estés triste.00:19:09
00:19:09
Verán la diferencia
entre el justo y el malvado,00:19:13
00:19:14
entre el que sirve a Dios
y el que no lo hace.00:19:17
00:19:17
Debes ser profeta.00:19:19
00:19:19
Yo sirvo a Jehová, igual que tú.00:19:21
00:19:21
Les aseguro que, cuando ustedes
hablan de Jehová,00:19:25
00:19:25
él presta atención.00:19:27
00:19:27
Y ante él se escribe un libro
para recordar a los que le temen00:19:31
00:19:31
y meditan en su nombre.00:19:33
00:19:37
Que Jehová los bendiga.00:19:38
00:19:52
Durante años,
estuve lejos de Jerusalén,00:19:55
00:19:55
pero mi corazón
siempre estuvo con mi pueblo.00:19:59
00:19:59
Le pedí permiso al rey para volver.00:20:02
00:20:02
Y, cuando llegué, lo que vi
me decepcionó mucho.00:20:07
00:20:07
¡Eliasib!00:20:08
00:20:10
—Que tengas paz.
—Nehemías,00:20:12
00:20:13
no esperaba verte por aquí.00:20:15
00:20:15
¿Y los levitas y los cantores?00:20:17
00:20:17
Pues... algunos no están por aquí ahora.00:20:20
00:20:20
¿No están?00:20:21
00:20:22
¿Y por qué no están?00:20:23
00:20:24
Mmm... Pedaya está aquí.00:20:26
00:20:26
¡Pedaya, ven!00:20:27
00:20:28
Enséñale a Nehemías el templo.00:20:30
00:20:32
Mmm... discúlpame, por favor.00:20:36
00:20:36
Claro.00:20:37
00:20:43
Pedaya, cuéntame cómo van
las cosas en el templo.00:20:46
00:20:46
¿Tienen todo lo que necesitan?00:20:48
00:20:48
Nehemías, casi no tenemos provisiones.00:20:51
00:20:51
Pero ¿por qué?00:20:52
00:20:52
Los sacerdotes y los levitas00:20:54
00:20:54
no se han tomado en serio
sus responsabilidades.00:20:56
00:20:56
Así que el pueblo
ha dejado de traer el diezmo.00:20:59
00:21:00
Y por eso muchos levitas
se han ido a sus propios campos.00:21:05
00:21:05
¿Tú por qué no te fuiste?00:21:07
00:21:08
Señor, yo estoy bien.00:21:10
00:21:10
Siempre he creído que Jehová
ayuda a los que confían en él.00:21:13
00:21:13
Sé que Jehová
con el tiempo lo va a arreglar todo.00:21:17
00:21:17
¿Y Eliasib no le ha dicho al pueblo
que traiga las provisiones?00:21:21
00:21:21
Cuando tú no estabas,00:21:22
00:21:22
Malaquías habló con él
y con todos los demás.00:21:25
00:21:27
Pero Eliasib00:21:29
00:21:29
vino a este almacén,00:21:31
00:21:31
mandó sacar nuestras provisiones
y se lo dio a Tobías para que lo usara.00:21:35
00:21:47
Pedaya, vamos a sacar
todo esto de aquí.00:21:50
00:21:55
Pero, ¿qué están haciendo?00:21:58
00:22:00
¡Eliasib! ¿Qué estás haciendo tú?00:22:04
00:22:04
¿Por qué han permitido
que se descuide la casa de Dios?00:22:07
00:22:07
Nehemías...00:22:08
00:22:08
Ustedes, por favor, limpien este cuarto
y traigan los utensilios.00:22:11
00:22:11
—No.
—Sí, señor.00:22:12
00:22:12
Y traigan a los levitas, a los cantores,00:22:14
00:22:14
a los gobernadores subordinados.00:22:16
00:22:16
Que vuelvan todos a sus puestos.00:22:17
00:22:17
Pedaya, te pongo a ti, a Selemías
y a Sadoc a cargo de los almacenes.00:22:22
00:22:22
Anán te ayudará.00:22:24
00:22:24
Será tu responsabilidad repartir
las provisiones entre tus hermanos.00:22:27
00:22:27
Nehemías, espera,
puedo explicártelo.00:22:30
00:22:30
Y yo le diré a todo Judá00:22:33
00:22:33
que traiga la décima parte
de los cereales,00:22:35
00:22:35
del vino nuevo y del aceite.00:22:37
00:22:37
Puedo explicártelo.00:22:39
00:22:40
No, no, espera.00:22:44
00:22:54
Dios mío, acuérdate de mí.00:22:56
00:22:57
No borres de tu memoria el amor leal
que he mostrado por tu casa.00:23:02
00:23:08
No solo habían descuidado
la casa de Jehová.00:23:11
00:23:13
Algunos judíos seguían haciendo
negocios en sábado,00:23:17
00:23:17
un día que Jehová
había declarado santo.00:23:21
00:23:23
¿Qué vendes hoy?00:23:24
00:23:24
Traigo pescado de la mejor calidad,
de Tiro.00:23:28
00:23:29
¿Qué están haciendo?
¿Nos les importa que sea sábado?00:23:33
00:23:33
Nehemías.00:23:34
00:23:37
¿Cómo se atreven
a profanar el sábado?00:23:40
00:23:40
Fue por eso que Dios
castigó a la ciudad.00:23:42
00:23:42
Pero a la gente ahora le parece bien.00:23:44
00:23:44
¿Y qué hay de Jehová?00:23:45
00:23:46
Para mantener santo el sábado,00:23:49
00:23:49
hice que dejaran de vender y comprar,00:23:51
00:23:51
y ordené que cerraran
las puertas de la ciudad.00:23:55
00:24:00
Pero a la semana siguiente00:24:03
00:24:03
los comerciantes
lo intentaron de nuevo.00:24:06
00:24:07
Pero ¿qué pasa aquí?00:24:08
00:24:08
He tenido que dormir afuera
esta noche.00:24:11
00:24:11
¿Qué dice la Ley?00:24:13
00:24:13
En sábado, ni se trabaja
ni se hacen negocios. ¡Fuera!00:24:18
00:24:18
Vigilen las puertas tú y los levitas.
Mantengan santo el sábado.00:24:21
00:24:21
¡Que no entre nadie!00:24:23
00:24:32
Dios mío, acuérdate también de esto
y ténmelo en cuenta.00:24:37
00:24:38
Tú, que estás lleno de amor leal,00:24:41
00:24:41
ten compasión de mí.00:24:43
00:24:45
Había otra cosa que tenía que hacer.00:24:48
00:24:48
Vamos...00:24:49
00:24:49
Ana la mitbayen.00:24:51
00:24:51
¡Ven aquí!00:24:53
00:24:53
¡Obedéceme, soy tu padre!00:24:56
00:24:56
¿Qué les pasa a tus hijos?00:24:58
00:24:58
No les gusta venir al templo.00:25:00
00:25:01
Bonita, ¿por qué no te gusta?00:25:05
00:25:05
Shvok Y-ati!00:25:06
00:25:06
¡Ven aquí ahora mismo!00:25:08
00:25:12
Lo siento, señor.00:25:14
00:25:14
Mi esposa casi no habla hebreo.00:25:17
00:25:18
¿No juraste que no te casarías
con nadie que no sirviera a Jehová?00:25:22
00:25:22
Nehemías, si a nadie le importa.00:25:24
00:25:25
¡¿Sí o no?!00:25:27
00:25:27
—¡Sí! ¡Sí!
—Entonces, ¿por qué no obedeciste a Jehová?00:25:30
00:25:30
—¡Tú lo juraste!
—¡Suéltame!00:25:33
00:25:33
No me extraña que tus hijos
no amen a Jehová.00:25:36
00:25:36
¡Ah!00:25:37
00:25:37
¿De verdad pensabas que te iría bien
sin la bendición de Jehová?00:25:40
00:25:40
—¡Yo le pedí a Jehová que me bendijera!
—¿Ah, sí?00:25:43
00:25:43
Pero lo desobedeciste.00:25:44
00:25:44
Raham,00:25:46
00:25:46
¿cómo va Jehová a bendecir algo
que está en contra de su voluntad?00:25:50
00:25:52
Lo que pasaba no debió
haberme sorprendido.00:25:55
00:25:55
En realidad, la gente estaba siguiendo
el mal ejemplo de los líderes.00:25:59
00:25:59
El nieto de Eliasib
se casó con una horonita,00:26:03
00:26:03
la hija de Sanbalat.00:26:05
00:26:15
¿Es que ya no respetan
la Ley de Dios?00:26:17
00:26:18
No deben casarse
con mujeres extranjeras,00:26:21
00:26:21
ni sus hijos tampoco.00:26:24
00:26:25
No deben hacerlo.00:26:27
00:26:28
¿No fue por eso
que el rey Salomón pecó?00:26:31
00:26:34
Abuelo, di algo.00:26:36
00:26:36
Tranquilo, hijo.00:26:38
00:26:38
Es que no puedo creerlo,00:26:40
00:26:40
que se hayan atrevido
a cometer esta gran maldad,00:26:42
00:26:42
casándose con esas mujeres.00:26:44
00:26:48
Han contaminado el sacerdocio.00:26:50
00:26:52
Ya no serás sacerdote.00:26:54
00:26:54
Vete de Jerusalén.00:26:56
00:27:01
Bien.00:27:02
00:27:02
Me iré a Samaria.00:27:04
00:27:04
Allí son más tolerantes.00:27:06
00:27:10
Pero es mi nieto...00:27:13
00:27:13
¿Y por qué le dejaste
desobedecer la Ley de Jehová? ¿Por qué?00:27:18
00:27:18
Ustedes saben
que el servicio en el templo00:27:22
00:27:22
nos permite conservar
nuestra amistad con Dios.00:27:25
00:27:26
Pero, en cuanto me fui,00:27:28
00:27:29
todos ustedes00:27:30
00:27:32
lo abandonaron.00:27:33
00:27:45
Tomó tiempo,00:27:47
00:27:47
pero volvimos a adorar a Jehová
como él quería.00:27:51
00:28:05
Cuando miro atrás00:28:07
00:28:08
y pienso en lo que logramos
gracias a la ayuda de Jehová00:28:12
00:28:12
a pesar de la oposición,00:28:15
00:28:15
¿Qué les parece si acusamos
de sedición a Nehemías?00:28:21
00:28:21
¡Lo siguiente que verán
serán nuestras espadas!00:28:24
00:28:24
¡¿Vas a esperar
hasta que sea demasiado tarde?!00:28:28
00:28:28
... las malas influencias,00:28:30
00:28:30
¡Tenemos derecho
a vivir donde queramos, los dos!00:28:32
00:28:32
Tienes que apoyarme
y negarte a hacerlo.00:28:35
00:28:35
No tires el dinero. No te compliques,
solo es una tradición.00:28:39
00:28:39
Si queremos comer,
tendremos que trabajar00:28:41
00:28:41
en nuestros propios campos
y cuidar de los rebaños.00:28:44
00:28:44
No vale para nada servir a Dios.00:28:45
00:28:45
... las noches sin dormir,00:28:47
00:28:47
Tenemos que ir a Jerusalén
y vigilar a Nehemías.00:28:50
00:28:50
¿No te das cuenta de que esta gente
no va a parar? ¡Nos odian!00:28:52
00:28:52
Se nota que tú no vives
ni trabajas con esa gente.00:28:55
00:28:55
... el sudor y el esfuerzo,00:28:57
00:28:57
Además, este trabajo
es demasiado para nosotros.00:29:00
00:29:00
—¡No podemos más!
—¿Y para qué queremos unas murallas?00:29:03
00:29:03
... solo recuerdo
la alegría que sentimos00:29:06
00:29:06
porque estábamos sirviendo a Jehová
de la manera correcta.00:29:11
00:29:13
Pensábamos que solo estábamos
reconstruyendo las murallas,00:29:18
00:29:19
pero Jehová estaba
reconstruyendo nuestra fe.00:29:24
00:29:29
Nunca olvidaré cómo Jehová nos unió
para cumplir su voluntad.00:29:34
00:29:36
Nos enseñó a confiar en él00:29:39
00:29:41
y nos dio fuerzas.00:29:44
00:29:44
Coman, tomen bebidas dulces00:29:47
00:29:47
y denles comida
a los que no tienen nada.00:29:50
00:29:50
Y no estén tristes,00:29:52
00:29:52
porque la felicidad
que viene de Jehová00:29:54
00:29:54
es nuestra fortaleza.00:29:56
00:30:06
Dios mío, acuérdate de mí.00:30:10
00:30:22
Nehemías fue un hombre valiente.00:30:25
00:30:25
Pudo haberse quedado
en el lujoso castillo de Susa00:30:28
00:30:28
y haber servido a Jehová desde allí.00:30:31
00:30:31
Pero no lo hizo.00:30:33
00:30:33
Cuando fue necesario,00:30:35
00:30:35
no dudó en hacer
el largo viaje a Jerusalén00:30:38
00:30:38
para ayudar a sus hermanos.00:30:40
00:30:40
Pero no iba a ser fácil.00:30:42
00:30:42
Primero tenía que pedirle permiso
al rey de Persia para poder ir.00:30:47
00:30:47
¿Qué ayudó a Nehemías
a servir a Jehová con valentía?00:30:50
00:30:50
¿Confió en su personalidad00:30:52
00:30:52
o en la buena reputación
que tenía ante el rey?00:30:56
00:30:56
Veamos esa parte de la historia
de nuevo. 00:30:59
00:30:59
La ciudad en la que mis antepasados
están enterrados está en ruinas00:31:03
00:31:03
y sus puertas fueron quemadas00:31:05
00:31:05
Nehemías, dime.00:31:07
00:31:07
¿Qué es lo que puedo hacer yo por ti?00:31:10
00:31:12
Al instante
le oré al Dios de los cielos.00:31:16
00:31:19
Si le parece bien al rey00:31:21
00:31:22
y si este siervo tuyo tiene tu favor,00:31:25
00:31:27
envíame a Judá,
la ciudad de mis antepasados,00:31:31
00:31:31
y déjame reconstruirla.00:31:33
00:31:39
Puedes ir.00:31:41
00:31:41
Jehová estaba con nosotros.00:31:44
00:31:46
Nehemías fue humilde
y de inmediato le pidió ayuda a Jehová,00:31:51
00:31:51
el único que podía darle
verdadero valor.00:31:54
00:31:54
De hecho, oraba a menudo00:31:56
00:31:56
mientras cumplía con el trabajo
que se le había dado.00:31:59
00:31:59
Y Jehová bendijo sus esfuerzos.00:32:01
00:32:01
¿Qué podemos aprender de esto?00:32:04
00:32:04
Cuando las cosas van mal,00:32:06
00:32:06
puede que enseguida
le pidamos ayuda a Jehová.00:32:08
00:32:08
Pero ¿y cuando nos va bien?00:32:11
00:32:11
¿Seguimos apoyándonos en Jehová?00:32:13
00:32:14
O tal vez queramos llevar
una vida más cómoda y digamos:00:32:18
00:32:18
Mira, a mí ahora me va muy bien.00:32:22
00:32:22
Yo sé que hay mucho trabajo por hacer,00:32:25
00:32:25
pero yo ya llevo muchos años
sirviendo a Jehová.00:32:28
00:32:28
Ya he hecho mi parte.00:32:30
00:32:30
Ahora le toca a otro.00:32:33
00:32:34
¿Nos bendeciría Jehová
si tuviéramos esa actitud?00:32:39
00:32:39
¿No sería mejor orarle00:32:41
00:32:41
y pedirle que nos ayude
a tener el valor y la alegría00:32:45
00:32:45
que nos hacen falta
para servirle más y mejor?00:32:50
00:32:50
Quizá Jehová nos sorprenda00:32:52
00:32:52
y se abran ante nosotros puertas
que no esperábamos.00:32:56
00:32:58
Cuando Nehemías llegó a Jerusalén,00:33:00
00:33:00
no se puso solo a dar órdenes, ¿verdad?00:33:04
00:33:04
La Biblia dice
que trabajó todos los días00:33:07
00:33:07
junto a sus hermanos israelitas,00:33:10
00:33:10
desde que amanecía
hasta que salían las estrellas.00:33:14
00:33:14
De manera parecida,00:33:16
00:33:16
cuando demostramos que estamos
dispuestos a sacrificarnos,00:33:20
00:33:20
Jehová nos da las energías
que necesitamos00:33:23
00:33:23
para cumplir con nuestro trabajo.00:33:26
00:33:26
Los israelitas terminaron
de reconstruir las murallas00:33:29
00:33:29
en solo cincuenta y dos días.00:33:32
00:33:32
Impresionante, ¿verdad?00:33:34
00:33:34
Sobre todo,00:33:35
00:33:35
teniendo en cuenta la oposición constante
a la que se enfrentaron.00:33:40
00:33:40
Al principio,
sus enemigos se burlaban de ellos.00:33:43
00:33:43
Pero luego amenazaron con atacarlos.00:33:46
00:33:47
Estaban los samaritanos al norte,00:33:49
00:33:49
los ammonitas al este,00:33:51
00:33:51
los árabes al sur00:33:53
00:33:53
y los asdoditas al oeste.00:33:55
00:33:55
Jerusalén estaba rodeada de enemigos.00:33:59
00:33:59
Es fácil que se sintieran atrapados
y que tuvieran mucho miedo.00:34:04
00:34:04
¿Qué hizo Nehemías?00:34:06
00:34:06
Bueno, ¿qué tenía por costumbre hacer
en estos casos?00:34:10
00:34:10
Él mismo dijo:
“Le oramos a nuestro Dios”.00:34:14
00:34:14
Después, Nehemías
fortaleció al pueblo, diciéndole:00:34:18
00:34:18
“No les tengan ningún miedo.00:34:22
00:34:22
Tenemos a Jehová,
que es grande y es imponente”.00:34:26
00:34:26
Eso les ayudó a seguir con las obras.00:34:30
00:34:30
Los enemigos de Nehemías
vieron que sus ataques directos00:34:34
00:34:34
no estaban funcionando.00:34:36
00:34:36
¿Se rindieron por eso?00:34:39
00:34:39
No, lo siguieron intentando
de otras maneras.00:34:43
00:34:43
Usaron tres tácticas diferentes
para distraer a Nehemías de su trabajo.00:34:48
00:34:49
¿Cuáles fueron?00:34:51
00:34:51
Recordémoslas.00:34:53
00:34:54
Le pidieron a Nehemías
que se reuniera con ellos.00:34:58
00:35:02
Dile esto a Nehemías:00:35:04
00:35:05
“Ven, fijemos una fecha para reunirnos00:35:08
00:35:08
en una de las aldeas
de la llanura de Onó”.00:35:11
00:35:11
Quieren que vaya allí
para hacerme daño.00:35:14
00:35:16
Esparcieron rumores falsos.00:35:20
00:35:20
Guésem, es hora
de poner en marcha tu plan.00:35:24
00:35:24
Tobías, escribe esto:00:35:27
00:35:27
“Entre las naciones se anda diciendo
—y Guésem también lo dice—00:35:33
00:35:33
que tú y los judíos planean rebelarse.00:35:38
00:35:38
Por eso estás reconstruyendo
la muralla”.00:35:43
00:35:44
Y usaron a un traidor
para tenderle una trampa a Nehemías.00:35:49
00:35:49
Van a venir a matarte.00:35:50
00:35:50
Esta noche.00:35:52
00:35:52
Tenemos que ir al templo
y encerrarnos dentro.00:35:55
00:35:55
Semaya, ¿debería huir
un hombre como yo?00:35:58
00:35:58
Es que no lo entiendes.00:36:00
00:36:00
No, ¿qué va a pensar el pueblo
si me ve escondiéndome?00:36:03
00:36:03
Es el único lugar seguro.00:36:05
00:36:05
Tú sabes que no soy sacerdote.00:36:08
00:36:09
Si entrara en el templo,
merecería la muerte.00:36:12
00:36:13
¡No lo haré!00:36:14
00:36:15
Te estás equivocando, Nehemías.00:36:17
00:36:23
Ya veo.00:36:24
00:36:25
Fueron Tobías y Sanbalat
los que te enviaron.00:36:28
00:36:28
Eres un hipócrita.00:36:30
00:36:30
Que Jehová los castigue a ellos
y a los falsos profetas como tú,00:36:34
00:36:34
que quieren intimidarme.00:36:36
00:36:36
Vamos, Hananí, tenemos trabajo.00:36:39
00:36:44
Tres tácticas,00:36:45
00:36:45
tres fracasos.00:36:47
00:36:47
Aquí hay otra lección para nosotros.00:36:50
00:36:50
Como pasó con Nehemías,00:36:52
00:36:52
nuestros enemigos
usan diferentes tácticas00:36:55
00:36:55
para intentar
que dejemos de servir a Jehová.00:36:58
00:36:59
Algunos tratarán de convencernos
de que no pasa nada si cedemos un poco,00:37:04
00:37:04
es decir, que podemos servir a Jehová
con menos entusiasmo00:37:08
00:37:08
y, al mismo tiempo,
buscar el éxito en este mundo.00:37:13
00:37:13
Pero para nosotros el Reino de Dios
es lo más importante.00:37:17
00:37:17
Y por eso, igual que Nehemías,00:37:20
00:37:20
nos negamos a ceder,
aunque sea un poco.00:37:23
00:37:23
Nosotros sabemos
lo que le pasará a este mundo.00:37:27
00:37:27
Nuestros enemigos también lanzan
acusaciones falsas contra nosotros.00:37:32
00:37:32
En ciertos países, nos acusan
de ser una amenaza para el gobierno.00:37:36
00:37:36
En algunas ocasiones,
se ha demostrado en los tribunales00:37:39
00:37:39
que estas acusaciones son falsas.00:37:42
00:37:42
Pero, sea cual sea el resultado,00:37:44
00:37:44
confiamos en que Jehová
dirige los asuntos00:37:46
00:37:46
de acuerdo con su voluntad.00:37:48
00:37:48
La oposición también puede venir00:37:51
00:37:51
de algunos que afirman
servir a Jehová.00:37:54
00:37:54
Tal como uno de los judíos
trató de conseguir00:37:56
00:37:56
que Nehemías desobedeciera
la Ley de Dios para salvarse,00:38:00
00:38:00
algunos que antes eran Testigos00:38:02
00:38:02
intentan engañarnos
para que desobedezcamos a Jehová.00:38:06
00:38:06
Pero nosotros
no escuchamos a los apóstatas,00:38:10
00:38:10
porque sabemos
que, si queremos salvarnos,00:38:12
00:38:12
no debemos desobedecer
las leyes de Dios, sino cumplirlas.00:38:18
00:38:19
Nehemías no cayó
en ninguna de las trampas.00:38:22
00:38:22
¿Por qué?00:38:24
00:38:24
¿Porque era muy inteligente?00:38:26
00:38:27
No.00:38:28
00:38:28
Fue porque confió en Jehová,00:38:30
00:38:31
y Jehová le ayudó a ver las trampas00:38:33
00:38:33
que sus enemigos
le iban poniendo por el camino.00:38:36
00:38:39
Cuando se reconstruyeron las murallas,00:38:42
00:38:42
Nehemías se fue de Jerusalén
por un tiempo.00:38:45
00:38:46
Pero ¿qué se encontró cuando volvió?00:38:49
00:38:49
Que muy pocos judíos00:38:50
00:38:50
estaban sirviendo a Jehová
de la manera correcta.00:38:54
00:38:54
¡Con lo mucho que él se había esforzado
por ayudar al pueblo a confiar en Jehová!00:39:00
00:39:00
¿Cómo se sentiría?00:39:02
00:39:02
Podría haber dicho:
“¡Estoy harto! ¡Se acabó!00:39:06
00:39:06
Que venga otro a encargarse de esto”,
y haberse ido.00:39:10
00:39:10
Pero ¿hizo eso?00:39:11
00:39:11
Veámoslo otra vez.00:39:13
00:39:14
¿Por qué han permitido
que se descuide la casa de Dios?00:39:18
00:39:18
Ustedes, por favor,
limpien este cuarto.00:39:20
00:39:21
¿Qué dice la Ley?00:39:22
00:39:22
En sábado, ni se trabaja
ni se hacen negocios.00:39:26
00:39:27
¡Fuera!00:39:28
00:39:28
¿No juraste que no te casarías
con nadie que no sirviera a Jehová?00:39:33
00:39:33
Entonces, ¿por qué no obedeciste
a Jehová?00:39:36
00:39:36
¡Tú lo juraste!00:39:38
00:39:39
El nieto de Eliasib se casó
con una horonita,00:39:42
00:39:42
la hija de Sanbalat.00:39:44
00:39:45
No deben casarse
con mujeres extranjeras,00:39:48
00:39:48
ni sus hijos tampoco.00:39:50
00:39:50
No deben hacerlo.00:39:52
00:39:52
Han contaminado el sacerdocio.00:39:54
00:39:54
Ya no serás sacerdote,
vete de Jerusalén.00:39:58
00:39:59
Tomó tiempo,00:40:01
00:40:01
pero volvimos a adorar a Jehová
como él quería.00:40:05
00:40:10
Nehemías no se rindió, ¿verdad?00:40:13
00:40:13
No.00:40:14
00:40:14
Se esforzó por cumplir
con su misión.00:40:17
00:40:17
¿Por qué?00:40:18
00:40:18
Porque no perdió la alegría.00:40:21
00:40:22
Y es que lo que le hacía feliz de verdad00:40:25
00:40:25
no eran sus logros00:40:27
00:40:27
ni ver las murallas reconstruidas00:40:30
00:40:30
ni lo que hacían los demás.00:40:32
00:40:33
¿De dónde viene
la felicidad verdadera?00:40:37
00:40:37
Nehemías mismo nos dijo:00:40:39
00:40:39
“La felicidad que viene de Jehová
es nuestra fortaleza”.00:40:45
00:40:45
Aquí hay otra lección para nosotros.00:40:47
00:40:48
A pesar de los problemas que tengamos,00:40:50
00:40:50
podemos ser felices,00:40:52
00:40:52
porque la felicidad verdadera
viene de tener00:40:55
00:40:55
una buena amistad con Jehová.00:40:58
00:40:58
Nehemías era un ser humano,
como nosotros.00:41:01
00:41:01
Es cierto que él no tuvo la oportunidad
de ver milagros,00:41:05
00:41:05
como sí la tuvieron Moisés y Josué.00:41:08
00:41:08
Pero ¿qué sí tenía?00:41:10
00:41:10
Tenía la oración,00:41:12
00:41:12
tenía fe y tenía confianza en Dios.00:41:17
00:41:17
Esas fueron sus herramientas.00:41:19
00:41:19
Y no hay duda
de que Jehová ayudó a Nehemías,00:41:23
00:41:23
guiándolo y bendiciendo sus esfuerzos.00:41:26
00:41:27
Hoy tenemos las mismas herramientas.00:41:30
00:41:31
Orémosle a Jehová,00:41:33
00:41:33
pongamos nuestra fe en él00:41:35
00:41:35
y confiemos en que bendecirá
nuestros esfuerzos.00:41:38
00:41:39
Jehová le dio a Nehemías el valor,00:41:41
00:41:41
las fuerzas, la sabiduría
y el aguante que necesitaba00:41:46
00:41:46
para cumplir con su misión,00:41:48
00:41:48
y hará lo mismo por nosotros.00:41:51
Nehemías: La felicidad que viene de Jehová es nuestra fortaleza (parte 2)
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Nehemías: La felicidad que viene de Jehová es nuestra fortaleza (parte 2)
Llegó el mes de tisri,
un mes en el que celebramos
muchas fiestas.
Habíamos terminado de reconstruir
las murallas
de la gran ciudad de Jehová.
Y había llegado el momento
de reconstruir la espiritualidad
de su pueblo escogido.
Muchos no conocían la Ley de Dios.
Y quién mejor para ayudarnos
que el hombre que había venido
antes que yo, Esdras.
... las normas y decisiones judiciales
de Jehová.
Él y otros levitas
leyeron en voz alta la Ley de Moisés.
—No solo la leyeron,
—Y piensen en Dios.
—sino que la explicaron
—Amen y obedezcan a Jehová.
y ayudaron al pueblo
a entender lo que quería decir.
Como pueblo, nos dimos cuenta
de lo mucho que habíamos
decepcionado a Jehová.
Muchos trabajaban en sábado,
ofrecían animales enfermos
como sacrificios,
se divorciaban de sus esposas
para casarse con mujeres extranjeras...
Nos sentimos mal al darnos cuenta
de que habíamos desobedecido la Ley,
pero aprendimos a adorar a Jehová
como él quiere.
No se lamenten ni lloren.
Ahora que saben
lo que no le gusta a Dios
pueden hacer lo que sí le gusta.
Vayan.
Coman,
tomen bebidas dulces
y denles comida
a los que no tienen nada.
Y no estén tristes,
porque la felicidad
que viene de Jehová
es nuestra fortaleza.
Celebramos la Fiesta de las Cabañas
siguiendo las instrucciones de Jehová.
Fueron días felices
y le dimos gracias a Jehová
por sus bendiciones.
Y el día 24 del mes
nos reunimos para leer la Ley de Dios,
confesar nuestros pecados
y llorar por lo que habíamos hecho.
Hicimos una promesa solemne
y la pusimos por escrito.
Estábamos decididos
a obedecer la Ley de Dios.
¡Amén!
¡Amén!
Pero algunos se olvidaron rápido
de su promesa.
¡Pélez!
Raham.
Te pago la renta.
Ponlo en una bolsa.
Es más fácil de cargar.
¿Oíste lo último que dijo Nehemías?
¿Te refieres
a lo de repoblar Jerusalén?
Me refiero a esa ridícula idea
de obligar a las familias
a mudarse a la ciudad.
Una de cada diez, nada menos.
Algo oí, sí.
Pues resulta que me han elegido.
Pero ¿por qué a mí?
¿Qué pretenden que hagamos
los que tenemos tierras?
Oh...
y ¿cuándo te mudas?
¿Mudarme?
¡No pienso mudarme a ningún sitio!
¡Tenemos derecho a vivir
donde queramos, los dos!
A mí no me tocó.
Todavía no. Pero, cuando te elijan,
tienes que apoyarme
y negarte a hacerlo.
Raham,
el rey envió a Nehemías
a reconstruir la ciudad.
Nehemías es el gobernador.
Los gobernadores van y vienen.
El rey está esperando
a que Nehemías vuelva,
y cuando se vaya
las cosas serán igual que antes.
Aunque Nehemías se vaya,
Jehová seguirá estando aquí.
Es su voluntad repoblar Jerusalén.
Tú lo sabes...
Así que ahora estás
del lado de Nehemías...
¡Eres un desagradecido!
Raham,
lo tuyo.
¿Qué pasó?
Raham se niega
a mudarse a Jerusalén.
Y quiere que lo apoyemos.
¿Y qué le dijiste?
Le dije que Nehemías
está haciendo lo que Jehová quiere.
Raham no se da cuenta
de que sería mucho más feliz
si hiciera lo que dice Jehová.
Entonces, ¿nos mudaremos si nos toca?
Sí.
Prefiero ser como Nehemías
a ser como Raham.
—¿Están de acuerdo?
—Sí.
Y yo.
Cuando se inauguraron las murallas,
por toda Jerusalén la gente cantaba
para alabar a Jehová y darle gracias.
Era tanta la alegría
que había en Jerusalén
que podía oírse desde lejos.
Volví a Persia,
y allí pensé muchas veces
en aquel día.
Ahora que sé lo que pasó después,
desearía no haberme ido nunca.
Jehová envió un mensajero
que puso por escrito
todas las cosas que pasaron
en Jerusalén durante mi ausencia.
Se llamaba Malaquías.
Tobías, que no era judío,
se las arregló
para meterse en el templo.
—¡Tobías!
—¡Eliasib!
—Tenía familiares judíos
—Que tengas paz.
—y los utilizó para conseguir lo que quería.
—Que tengas paz.
¿Qué te trae por aquí?
Hace mucho que no te veo.
Tenía ganas de verte.
Ah, y... te he traído un pequeño regalo.
Tobías, eres siempre tan generoso.
No es nada.
Y... ¿puedo hacer algo por ti?
Ya que lo dices... mmm...
hay algo que sí puedes hacer.
Dime, ¿qué quieres que haga?
—Bueno, ya que somos familia...
—Ajá.
Cuando nuestros familiares
vengan a visitarnos desde Samaria,
estaría muy bien comer todos juntos...
Mmm...
Y justo aquí en el templo.
Tú sabes que ellos
también adoran a Jehová.
Casi siempre.
Bueno, a veces.
Sabes que no puedo hacer eso.
Es que... los cuartos están llenos...
¿Todos?
Si esto son almacenes...
Esas son las provisiones de los levitas.
¿No me puedes dejar al menos uno?
Solo uno, solo necesito uno.
Pero ¿qué va a decir Nehemías?
¿Y qué más nos da?
Nehemías está muy lejos.
Pero ¿y si se entera?
¿Y quién se lo va a decir?
¿Se lo vas a decir tú?
No, no, pero...
Entonces, no te preocupes.
Así que... el sumo sacerdote
vuelve a hacer lo que le dice Tobías.
¿Dónde pongo el grano?
Por aquí. Con cuidado.
Ya está.
Miren quién viene por ahí.
Dense prisa, por favor.
Cuando estos terminen de limpiar,
podemos poner la mesa aquí
y las sillas pegadas a la pared...
Tobías, ahora dime,
¿dónde ponemos las provisiones?
Me da igual.
Es tu problema.
Bueno, muévanse.
Pero ya, vamos.
Bueno, pues, descarguemos
las cosas aquí
y, como les decía antes,
las sillas van por allá,
la mesa por acá.
Pondremos la comida ahí.
No lo entiendo,
¿cómo es posible que Eliasib
permita que alguien como Tobías
se quede con uno de los cuartos?
¿Después de todo lo que hizo Nehemías
por preservar la santidad del templo?
De todas maneras,
ya casi nadie contribuye.
Si queremos comer, tendremos
que trabajar en nuestros propios campos
y cuidar de los rebaños.
No vale para nada servir a Dios.
Hermanos,
no dejemos que lo que ellos hagan
nos robe la alegría.
¿Y qué hacemos?
No nos beneficia servir a Jehová.
Tiene razón.
¿Y no dicen las Escrituras:
“Cuida a tus ovejas”?
Pero también dicen que el hombre fiel
va a recibir muchas bendiciones.
Tenemos que confiar en Jehová.
Con el tiempo, él lo arreglará todo.
Malaquías vio hasta dónde había
llegado el pueblo.
Los levitas, que antes defendían
las normas de Jehová,
ahora se preguntaban
si su servicio valía para algo.
¡Amigo!
¡Llévate una oveja!
A mayor sacrificio,
mayor bendición.
Además,
con esto impresionarás a tus vecinos.
Gracias, ya tengo una ofrenda.
Sí, sí, pero mira...,
tú me caes bien, ¿sabes?
Así que te voy a hacer
un precio especial, ¿eh?
No será mucho más
que lo que pagaste por esas palomas.
Mira... echa un vistazo.
Pero esa oveja está ciega y está coja.
Amigo, eso es totalmente normal
para esa raza.
La Ley de Dios prohíbe ofrecer
animales ciegos, cojos o enfermos.
Cuando tenga dinero
para ofrecer una oveja, estará sana.
No tires el dinero, es una buena oveja.
Y a buen precio.
Tengo que irme.
No te compliques,
solo es una tradición.
¡Bah!
Las cosas en el templo
no son como antes.
Parece que a la gente
ya no le importa lo que piensa Jehová.
Azubá,
¿qué pasa?
Azubá, cuéntanos.
¿Y Raham?
Es un certificado de divorcio.
Yo... traté de ser una buena esposa.
Pero no fue suficiente.
Raham me ha echado.
No te preocupes, Azubá.
Puedes vivir aquí, con nosotros.
Aquí estarás bien.
Todo esto... es por mi culpa...
Azubá, no pienses así.
Pero no le di hijos.
Con hijos o sin ellos,
el matrimonio es sagrado.
Confía en Jehová.
Él nunca va a abandonarte.
Gracias.
¡Raham!
Anoche tuvimos una visita.
Era tu esposa.
¿O debería decir tu anterior esposa?
Raham,
¿no te importa hacerle daño
a tu esposa?
¿Cómo puedes ser tan cruel?
Moisés dijo que, si ves
algo vergonzoso en tu esposa,
debes darle un certificado de divorcio
y decirle que se vaya.
¿Acaso no es vergonzoso
no darme hijos?
Y ya me he cansado de ella.
Hoy me caso con Gizlá.
Gizlá...
¿la moabita?
Yo te oí jurar que no te casarías nunca
con una mujer extranjera.
La Ley dice que, si hacemos eso,
nuestros hijos
dejarán de servir a Jehová
para servir a otros dioses.
Y que Jehová se enojará con nosotros.
¿Quién eres tú para aconsejarme?
Todos tenemos derecho a buscar
nuestra propia felicidad.
¡Raham!
Solo Jehová puede darte
la verdadera felicidad.
¿De verdad crees
que vas a ser más feliz por tu cuenta?
Jehová,
¿por qué nos traicionamos así
unos a otros,
profanando tu pacto?
Malaquías,
diles a los sacerdotes
que están despreciando mi nombre:
“El hijo honra a su padre,
y el siervo, a su amo.
Así que, si yo soy el padre,
¿dónde está la honra que merezco?
Y, si yo soy el amo,
¿dónde está el temor
que se me debe?”.
¡Amigo,
eh, amigo!
Veo que no llevas ninguna ofrenda.
¿Por qué están despreciando
el nombre de Jehová?
¿Nosotros? ¿Cómo?
Ofrecen animales ciegos,
cojos o enfermos
¿y dicen que no está mal?
¿Debería Jehová aceptarlos?
Cuando la carne está en la olla,
nadie sabe
si el animal estaba enfermo.
¿Y Jehová?
Él sí lo sabe.
Un día, Jehová vendrá a su templo
y refinará a los hijos de Leví con fuego.
Malaquías, ¿por qué te enojas tanto?
Aquí a todo el mundo le parece bien,
¿por qué te quejas?
“Sacerdotes, si ustedes se niegan
a escuchar”, dice Jehová,
“los maldeciré
y haré que sus bendiciones
se conviertan en maldiciones.
Vuelvan a mí,
y yo volveré a ustedes”, dice Jehová.
¿Y qué deberíamos hacer?
“¿Puede un hombre robarle a Dios?
Pues ustedes me están robando”,
dice Jehová.
¿Robándole?
“La nación está robando
las contribuciones que me pertenecen”,
dice Jehová.
“Traigan todo el diezmo al almacén,
para que haya alimento en mi casa.
Pónganme a prueba en esto
y verán que les abro
las compuertas de los cielos
y derramo sobre ustedes bendiciones
hasta que no les falte nada”.
Y hay otra cosa que hacen
por la que Jehová no mira con agrado
nada de lo que ofrecen.
¿Cuál?
Ustedes han traicionado
a la esposa de su juventud,
aunque es su compañera
y su esposa legítima.
Hay algunos que no lo han hecho
porque todavía tienen
el espíritu de Dios.
Así que estén muy atentos a su actitud
y no traicionen
a la esposa de su juventud.
“Porque odio el divorcio”, dice Jehová,
el Dios de Israel.
Los labios de un sacerdote
deben proteger el conocimiento,
y el pueblo tiene que buscar
la Ley en su boca.
Pero ustedes
están haciendo tropezar a muchos.
El mensaje de Jehová reveló
que el problema estaba en su corazón.
Pero Malaquías
se esforzó por encontrar
a los que eran felices
haciendo lo que estaba bien.
Pélez.
—Malaquías.
—¿Cómo estás?
Azubá, no estés triste.
Verán la diferencia
entre el justo y el malvado,
entre el que sirve a Dios
y el que no lo hace.
Debes ser profeta.
Yo sirvo a Jehová, igual que tú.
Les aseguro que, cuando ustedes
hablan de Jehová,
él presta atención.
Y ante él se escribe un libro
para recordar a los que le temen
y meditan en su nombre.
Que Jehová los bendiga.
Durante años,
estuve lejos de Jerusalén,
pero mi corazón
siempre estuvo con mi pueblo.
Le pedí permiso al rey para volver.
Y, cuando llegué, lo que vi
me decepcionó mucho.
¡Eliasib!
—Que tengas paz.
—Nehemías,
no esperaba verte por aquí.
¿Y los levitas y los cantores?
Pues... algunos no están por aquí ahora.
¿No están?
¿Y por qué no están?
Mmm... Pedaya está aquí.
¡Pedaya, ven!
Enséñale a Nehemías el templo.
Mmm... discúlpame, por favor.
Claro.
Pedaya, cuéntame cómo van
las cosas en el templo.
¿Tienen todo lo que necesitan?
Nehemías, casi no tenemos provisiones.
Pero ¿por qué?
Los sacerdotes y los levitas
no se han tomado en serio
sus responsabilidades.
Así que el pueblo
ha dejado de traer el diezmo.
Y por eso muchos levitas
se han ido a sus propios campos.
¿Tú por qué no te fuiste?
Señor, yo estoy bien.
Siempre he creído que Jehová
ayuda a los que confían en él.
Sé que Jehová
con el tiempo lo va a arreglar todo.
¿Y Eliasib no le ha dicho al pueblo
que traiga las provisiones?
Cuando tú no estabas,
Malaquías habló con él
y con todos los demás.
Pero Eliasib
vino a este almacén,
mandó sacar nuestras provisiones
y se lo dio a Tobías para que lo usara.
Pedaya, vamos a sacar
todo esto de aquí.
Pero, ¿qué están haciendo?
¡Eliasib! ¿Qué estás haciendo tú?
¿Por qué han permitido
que se descuide la casa de Dios?
Nehemías...
Ustedes, por favor, limpien este cuarto
y traigan los utensilios.
—No.
—Sí, señor.
Y traigan a los levitas, a los cantores,
a los gobernadores subordinados.
Que vuelvan todos a sus puestos.
Pedaya, te pongo a ti, a Selemías
y a Sadoc a cargo de los almacenes.
Anán te ayudará.
Será tu responsabilidad repartir
las provisiones entre tus hermanos.
Nehemías, espera,
puedo explicártelo.
Y yo le diré a todo Judá
que traiga la décima parte
de los cereales,
del vino nuevo y del aceite.
Puedo explicártelo.
No, no, espera.
Dios mío, acuérdate de mí.
No borres de tu memoria el amor leal
que he mostrado por tu casa.
No solo habían descuidado
la casa de Jehová.
Algunos judíos seguían haciendo
negocios en sábado,
un día que Jehová
había declarado santo.
¿Qué vendes hoy?
Traigo pescado de la mejor calidad,
de Tiro.
¿Qué están haciendo?
¿Nos les importa que sea sábado?
Nehemías.
¿Cómo se atreven
a profanar el sábado?
Fue por eso que Dios
castigó a la ciudad.
Pero a la gente ahora le parece bien.
¿Y qué hay de Jehová?
Para mantener santo el sábado,
hice que dejaran de vender y comprar,
y ordené que cerraran
las puertas de la ciudad.
Pero a la semana siguiente
los comerciantes
lo intentaron de nuevo.
Pero ¿qué pasa aquí?
He tenido que dormir afuera
esta noche.
¿Qué dice la Ley?
En sábado, ni se trabaja
ni se hacen negocios. ¡Fuera!
Vigilen las puertas tú y los levitas.
Mantengan santo el sábado.
¡Que no entre nadie!
Dios mío, acuérdate también de esto
y ténmelo en cuenta.
Tú, que estás lleno de amor leal,
ten compasión de mí.
Había otra cosa que tenía que hacer.
Vamos...
<i>Ana la mitbayen.</i>
¡Ven aquí!
¡Obedéceme, soy tu padre!
¿Qué les pasa a tus hijos?
No les gusta venir al templo.
Bonita, ¿por qué no te gusta?
<i>Shvok Y-ati!</i>
¡Ven aquí ahora mismo!
Lo siento, señor.
Mi esposa casi no habla hebreo.
¿No juraste que no te casarías
con nadie que no sirviera a Jehová?
Nehemías, si a nadie le importa.
¡¿Sí o no?!
—¡Sí! ¡Sí!
—Entonces, ¿por qué no obedeciste a Jehová?
—¡Tú lo juraste!
—¡Suéltame!
No me extraña que tus hijos
no amen a Jehová.
¡Ah!
¿De verdad pensabas que te iría bien
sin la bendición de Jehová?
—¡Yo le pedí a Jehová que me bendijera!
—¿Ah, sí?
Pero lo desobedeciste.
Raham,
¿cómo va Jehová a bendecir algo
que está en contra de su voluntad?
Lo que pasaba no debió
haberme sorprendido.
En realidad, la gente estaba siguiendo
el mal ejemplo de los líderes.
El nieto de Eliasib
se casó con una horonita,
la hija de Sanbalat.
¿Es que ya no respetan
la Ley de Dios?
No deben casarse
con mujeres extranjeras,
ni sus hijos tampoco.
No deben hacerlo.
¿No fue por eso
que el rey Salomón pecó?
Abuelo, di algo.
Tranquilo, hijo.
Es que no puedo creerlo,
que se hayan atrevido
a cometer esta gran maldad,
casándose con esas mujeres.
Han contaminado el sacerdocio.
Ya no serás sacerdote.
Vete de Jerusalén.
Bien.
Me iré a Samaria.
Allí son más tolerantes.
Pero es mi nieto...
¿Y por qué le dejaste
desobedecer la Ley de Jehová? ¿Por qué?
Ustedes saben
que el servicio en el templo
nos permite conservar
nuestra amistad con Dios.
Pero, en cuanto me fui,
todos ustedes
lo abandonaron.
Tomó tiempo,
pero volvimos a adorar a Jehová
como él quería.
Cuando miro atrás
y pienso en lo que logramos
gracias a la ayuda de Jehová
a pesar de la oposición,
¿Qué les parece si acusamos
de sedición a Nehemías?
¡Lo siguiente que verán
serán nuestras espadas!
¡¿Vas a esperar
hasta que sea demasiado tarde?!
... las malas influencias,
¡Tenemos derecho
a vivir donde queramos, los dos!
Tienes que apoyarme
y negarte a hacerlo.
No tires el dinero. No te compliques,
solo es una tradición.
Si queremos comer,
tendremos que trabajar
en nuestros propios campos
y cuidar de los rebaños.
No vale para nada servir a Dios.
... las noches sin dormir,
Tenemos que ir a Jerusalén
y vigilar a Nehemías.
¿No te das cuenta de que esta gente
no va a parar? ¡Nos odian!
Se nota que tú no vives
ni trabajas con esa gente.
... el sudor y el esfuerzo,
Además, este trabajo
es demasiado para nosotros.
—¡No podemos más!
—¿Y para qué queremos unas murallas?
... solo recuerdo
la alegría que sentimos
porque estábamos sirviendo a Jehová
de la manera correcta.
Pensábamos que solo estábamos
reconstruyendo las murallas,
pero Jehová estaba
reconstruyendo nuestra fe.
Nunca olvidaré cómo Jehová nos unió
para cumplir su voluntad.
Nos enseñó a confiar en él
y nos dio fuerzas.
Coman, tomen bebidas dulces
y denles comida
a los que no tienen nada.
Y no estén tristes,
porque la felicidad
que viene de Jehová
es nuestra fortaleza.
Dios mío, acuérdate de mí.
Nehemías fue un hombre valiente.
Pudo haberse quedado
en el lujoso castillo de Susa
y haber servido a Jehová desde allí.
Pero no lo hizo.
Cuando fue necesario,
no dudó en hacer
el largo viaje a Jerusalén
para ayudar a sus hermanos.
Pero no iba a ser fácil.
Primero tenía que pedirle permiso
al rey de Persia para poder ir.
¿Qué ayudó a Nehemías
a servir a Jehová con valentía?
¿Confió en su personalidad
o en la buena reputación
que tenía ante el rey?
Veamos esa parte de la historia
de nuevo.
La ciudad en la que mis antepasados
están enterrados está en ruinas
y sus puertas fueron quemadas
Nehemías, dime.
¿Qué es lo que puedo hacer yo por ti?
Al instante
le oré al Dios de los cielos.
Si le parece bien al rey
y si este siervo tuyo tiene tu favor,
envíame a Judá,
la ciudad de mis antepasados,
y déjame reconstruirla.
Puedes ir.
Jehová estaba con nosotros.
Nehemías fue humilde
y de inmediato le pidió ayuda a Jehová,
el único que podía darle
verdadero valor.
De hecho, oraba a menudo
mientras cumplía con el trabajo
que se le había dado.
Y Jehová bendijo sus esfuerzos.
¿Qué podemos aprender de esto?
Cuando las cosas van mal,
puede que enseguida
le pidamos ayuda a Jehová.
Pero ¿y cuando nos va bien?
¿Seguimos apoyándonos en Jehová?
O tal vez queramos llevar
una vida más cómoda y digamos:
Mira, a mí ahora me va muy bien.
Yo sé que hay mucho trabajo por hacer,
pero yo ya llevo muchos años
sirviendo a Jehová.
Ya he hecho mi parte.
Ahora le toca a otro.
¿Nos bendeciría Jehová
si tuviéramos esa actitud?
¿No sería mejor orarle
y pedirle que nos ayude
a tener el valor y la alegría
que nos hacen falta
para servirle más y mejor?
Quizá Jehová nos sorprenda
y se abran ante nosotros puertas
que no esperábamos.
Cuando Nehemías llegó a Jerusalén,
no se puso solo a dar órdenes, ¿verdad?
La Biblia dice
que trabajó todos los días
junto a sus hermanos israelitas,
desde que amanecía
hasta que salían las estrellas.
De manera parecida,
cuando demostramos que estamos
dispuestos a sacrificarnos,
Jehová nos da las energías
que necesitamos
para cumplir con nuestro trabajo.
Los israelitas terminaron
de reconstruir las murallas
en solo cincuenta y dos días.
Impresionante, ¿verdad?
Sobre todo,
teniendo en cuenta la oposición constante
a la que se enfrentaron.
Al principio,
sus enemigos se burlaban de ellos.
Pero luego amenazaron con atacarlos.
Estaban los samaritanos al norte,
los ammonitas al este,
los árabes al sur
y los asdoditas al oeste.
Jerusalén estaba rodeada de enemigos.
Es fácil que se sintieran atrapados
y que tuvieran mucho miedo.
¿Qué hizo Nehemías?
Bueno, ¿qué tenía por costumbre hacer
en estos casos?
Él mismo dijo:
“Le oramos a nuestro Dios”.
Después, Nehemías
fortaleció al pueblo, diciéndole:
“No les tengan ningún miedo.
Tenemos a Jehová,
que es grande y es imponente”.
Eso les ayudó a seguir con las obras.
Los enemigos de Nehemías
vieron que sus ataques directos
no estaban funcionando.
¿Se rindieron por eso?
No, lo siguieron intentando
de otras maneras.
Usaron tres tácticas diferentes
para distraer a Nehemías de su trabajo.
¿Cuáles fueron?
Recordémoslas.
Le pidieron a Nehemías
que se reuniera con ellos.
Dile esto a Nehemías:
“Ven, fijemos una fecha para reunirnos
en una de las aldeas
de la llanura de Onó”.
Quieren que vaya allí
para hacerme daño.
Esparcieron rumores falsos.
Guésem, es hora
de poner en marcha tu plan.
Tobías, escribe esto:
“Entre las naciones se anda diciendo
—y Guésem también lo dice—
que tú y los judíos planean rebelarse.
Por eso estás reconstruyendo
la muralla”.
Y usaron a un traidor
para tenderle una trampa a Nehemías.
Van a venir a matarte.
Esta noche.
Tenemos que ir al templo
y encerrarnos dentro.
Semaya, ¿debería huir
un hombre como yo?
Es que no lo entiendes.
No, ¿qué va a pensar el pueblo
si me ve escondiéndome?
Es el único lugar seguro.
Tú sabes que no soy sacerdote.
Si entrara en el templo,
merecería la muerte.
¡No lo haré!
Te estás equivocando, Nehemías.
Ya veo.
Fueron Tobías y Sanbalat
los que te enviaron.
Eres un hipócrita.
Que Jehová los castigue a ellos
y a los falsos profetas como tú,
que quieren intimidarme.
Vamos, Hananí, tenemos trabajo.
Tres tácticas,
tres fracasos.
Aquí hay otra lección para nosotros.
Como pasó con Nehemías,
nuestros enemigos
usan diferentes tácticas
para intentar
que dejemos de servir a Jehová.
Algunos tratarán de convencernos
de que no pasa nada si cedemos un poco,
es decir, que podemos servir a Jehová
con menos entusiasmo
y, al mismo tiempo,
buscar el éxito en este mundo.
Pero para nosotros el Reino de Dios
es lo más importante.
Y por eso, igual que Nehemías,
nos negamos a ceder,
aunque sea un poco.
Nosotros sabemos
lo que le pasará a este mundo.
Nuestros enemigos también lanzan
acusaciones falsas contra nosotros.
En ciertos países, nos acusan
de ser una amenaza para el gobierno.
En algunas ocasiones,
se ha demostrado en los tribunales
que estas acusaciones son falsas.
Pero, sea cual sea el resultado,
confiamos en que Jehová
dirige los asuntos
de acuerdo con su voluntad.
La oposición también puede venir
de algunos que afirman
servir a Jehová.
Tal como uno de los judíos
trató de conseguir
que Nehemías desobedeciera
la Ley de Dios para salvarse,
algunos que antes eran Testigos
intentan engañarnos
para que desobedezcamos a Jehová.
Pero nosotros
no escuchamos a los apóstatas,
porque sabemos
que, si queremos salvarnos,
no debemos desobedecer
las leyes de Dios, sino cumplirlas.
Nehemías no cayó
en ninguna de las trampas.
¿Por qué?
¿Porque era muy inteligente?
No.
Fue porque confió en Jehová,
y Jehová le ayudó a ver las trampas
que sus enemigos
le iban poniendo por el camino.
Cuando se reconstruyeron las murallas,
Nehemías se fue de Jerusalén
por un tiempo.
Pero ¿qué se encontró cuando volvió?
Que muy pocos judíos
estaban sirviendo a Jehová
de la manera correcta.
¡Con lo mucho que él se había esforzado
por ayudar al pueblo a confiar en Jehová!
¿Cómo se sentiría?
Podría haber dicho:
“¡Estoy harto! ¡Se acabó!
Que venga otro a encargarse de esto”,
y haberse ido.
Pero ¿hizo eso?
Veámoslo otra vez.
¿Por qué han permitido
que se descuide la casa de Dios?
Ustedes, por favor,
limpien este cuarto.
¿Qué dice la Ley?
En sábado, ni se trabaja
ni se hacen negocios.
¡Fuera!
¿No juraste que no te casarías
con nadie que no sirviera a Jehová?
Entonces, ¿por qué no obedeciste
a Jehová?
¡Tú lo juraste!
El nieto de Eliasib se casó
con una horonita,
la hija de Sanbalat.
No deben casarse
con mujeres extranjeras,
ni sus hijos tampoco.
No deben hacerlo.
Han contaminado el sacerdocio.
Ya no serás sacerdote,
vete de Jerusalén.
Tomó tiempo,
pero volvimos a adorar a Jehová
como él quería.
Nehemías no se rindió, ¿verdad?
No.
Se esforzó por cumplir
con su misión.
¿Por qué?
Porque no perdió la alegría.
Y es que lo que le hacía feliz de verdad
no eran sus logros
ni ver las murallas reconstruidas
ni lo que hacían los demás.
¿De dónde viene
la felicidad verdadera?
Nehemías mismo nos dijo:
“La felicidad que viene de Jehová
es nuestra fortaleza”.
Aquí hay otra lección para nosotros.
A pesar de los problemas que tengamos,
podemos ser felices,
porque la felicidad verdadera
viene de tener
una buena amistad con Jehová.
Nehemías era un ser humano,
como nosotros.
Es cierto que él no tuvo la oportunidad
de ver milagros,
como sí la tuvieron Moisés y Josué.
Pero ¿qué sí tenía?
Tenía la oración,
tenía fe y tenía confianza en Dios.
Esas fueron sus herramientas.
Y no hay duda
de que Jehová ayudó a Nehemías,
guiándolo y bendiciendo sus esfuerzos.
Hoy tenemos las mismas herramientas.
Orémosle a Jehová,
pongamos nuestra fe en él
y confiemos en que bendecirá
nuestros esfuerzos.
Jehová le dio a Nehemías el valor,
las fuerzas, la sabiduría
y el aguante que necesitaba
para cumplir con su misión,
y hará lo mismo por nosotros.
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